Los jenízaros (yeni-ceri, tropas nuevas) eran parte del gran ejército otomano. La unidad más famosa que había sido fundada en 1330 por el sultán Murad I, y se integraba por jóvenes cristianos convertidos en esclavos. Para reclutar a estos jenízaros, de vez en vez iban algunos funcionarios a los pueblos cristianos y se llevaban una quinta parte de los niños –sólo a los más fuertes- y los elegían para entrenarse en el arte de la guerra. Este era el procedimiento para reclutar a nuevos integrantes de la selecta guardia del sultán.

Y el grupo de marras era sometido a importantes prácticas, así como a una rígida disciplina pues entre otras cosas, debían saber de memoria cualquier cantidad de derivados de las 16 reglas para resolver problemas, establecido por el sultán. En 1676 se abolió el reclutamiento forzoso, mientras que los jenízaros continuaban con sus sonoros triunfos bélicos, hasta que el cuerpo fue proscrito por el sultán Mahmut en 1826. En los tiempos actuales, el término jenízaro se utiliza para describir a algunos grupos policiales con entrenamientos especiales.