08/May/2024
Editoriales

Nivel de vida en la “Ciudad de las Montañas”

A nivel nacional, los tachan de codos, pero todos los días en comidas o cenas, distintos grupos de personas se gastan una pequeña fortuna al celebrar una deliciosa carne asada comprada en el HEB o en Vigar, al lado de uno o varios cartones de cerveza Carta Blanca o Tecate Light. El festín remata con un queso manchego  flameado, salchicha argentina, guacamole, las más picosas salsas, untadas en 3 o 4  kilos de chicharrón de las Carnicerías Ramos o San Juan… Sin faltar las codiciadas tortillas de maíz y de harina. El postre en la cultura regia siempre va al final de los abundantes alimentos, empezando con las  suculentas Glorias de Linares, o de una rebanada de tres leches o rollo de cajeta de las pastelerías Las Delicias o de la popular Pastelería Lety, sin menospreciar la nieve de distintos sabores de La Sultana.

  A los regios siempre les ha importado su nivel de vida, porque sí trabajan incansablemente y se esfuerzan duramente al producir y tienen derecho a gastar, pero eso sí, sin dejar de ahorrar. Vaya contradicción pero es cierta. Les incomoda no comer y beber bien. El no degustar un buen tinto de Casa Madero o dejarse caer con una digestiva botella de Maestro Tequilero. Por ello les pega fuerte cuando no pueden ir a una carne asada de celebración por falta de billete. Cuidado si le quitas uno de esos gustos al nuevoleonés por culpas directas del gobierno.

 Por ello, siguen atentos a la evolución del país en temas económicos, ya que si la bonanza económica va bien, los regiomontanos naturales o por adopción, podrán seguir dándose esos pequeños placeres de la vida. De lo contrario seguramente se quedarán en casa viendo YouTube. 

  Recientemente el Secretario de Hacienda del Gobierno Federal, ha afirmado en varias ocasiones que la política económica del presidente López Obrador, ha sido exitosa. A pesar de los pasados acontecimientos externos como fueron la pandemia del Covid-19 y el alza global de las tasas de interés. Por otra parte el gobierno de la autollamada 4ª Transformación, ve logros al impulsar la responsabilidad fiscal, el incremento del salario mínimo, y la implementación de la “Ley de Austeridad Republicana”.

 Al inicio del gobierno morenista, en el 2018, las expectativas eran abundantes sobre todo reducir la pobreza  entre los 132 millones de mexicanos. Por ello es importante lo que nos dice sobre ese tema la directora de IMCO, Valeria Moy. En México hay muchas definiciones de pobreza. La más utilizada es la llamada pobreza multidimensional que se calcula a partir de la información que el INEGI recaba cada dos años a través de la ENIGH. Una persona se encuentra en pobreza multidimensional cuando tiene al menos una carencia social y sus ingresos son insuficientes para adquirir los bienes y servicios que requiere para satisfacer sus necesidades.

 Las carencias sociales se refieren a la falta de acceso a la salud, a la seguridad social, a la educación, a una vivienda, a servicios básicos en la vivienda y a la alimentación. En lo que hace a los ingresos, se definen dos canastas: la alimentaria básica y la ampliada que contempla otras necesidades adicionales. A partir del cálculo de la pobreza multidimensional se estima otro conjunto: el de pobreza multidimensional extrema. En este grupo se encontrarán quienes tengan tres o más carencias y tengan un ingreso tan bajo que, aunque lo dedicaran por completo a la adquisición de alimentos no podrían tener los nutrientes necesarios para una vida sana. 

 La última lectura de este indicador mostró que en 2020 se encontraba en pobreza multidimensional 43.9% de la población, 55.7 millones de personas, y en extrema 8.5%, equivalente a 10.9 millones de personas. El incremento en la carencia de acceso a la salud fue la que mostró un salto importante ese año, pasó de 16.2% de la población en 2018 a 28.2% en 2020. 

  Además de esos indicadores usuales de pobreza, Coneval publica cifras sobre la población vulnerable por ingresos y aquella vulnerable por carencias sociales. Por lo que se ha hecho de la medición de la pobreza toda una ciencia.

  Pero hasta el día de hoy, todos sabemos que la recuperación económica en el país no ha sido suficiente para incrementar el bienestar social. Las ayudas sociales a algunos sectores de la población, sólo representan eso, “ayudas momentáneas” y el problema sigue creciendo ya que tenemos más mexicanos pobres. Por otra parte recordemos que la SHCP, prevé que la economía mexicana crezca un 3% en el presente año. Esperemos que ahora sí se cumplan los buenos deseos al terminar el año.

  Últimamente hay diversas voces públicas que han insinuado que en el país y por consiguiente en nuestro estado, estamos peor que hace algunos años. Ejemplo de ello son los altos costos de los productos de la canasta básica según la ANPEC. Este detectó que el precio promedio de la canasta de 24 alimentos del PACIC, impulsado por el gobierno federal, fracasó al pasar de $953.80 pesos contabilizado en mayo del 2022 a $1,542.50 pesos en marzo del 2023. Igualmente la gasolina regular en México subió 2.60% en la primera mitad del año, mientras que en Estados Unidos incrementó su precio en 11.21% en el mismo periodo. No obstante el combustible en nuestro país ha sido 31.27% más caro que en la Unión Americana.

 Por lo pronto: cuidado con la combinación de crecimiento nulo o moderado con un serio aumento de inflación. Ya que son presagios de una crisis económica, por lo que es importante tener un gobierno saludable y fuerte, ya que el nivel o calidad de vida de cada quien, independientemente de lo logrado por cada uno es un derecho consagrado en  el Artículo 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos… Y plasmado está en nuestra Constitución Política y renombrada en el Plan Nacional de Desarrollo del Gobierno Federal.

 

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