02/May/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Abril 9 de 1848: se embarca en el puerto de Veracruz Antonio López de Santa Anna con rumbo a Jamaica, en donde permaneció por dos años. Posteriormente el hombre que más veces ha presidido nuestro país, se mudó a Tubarco, Colombia, en donde perduró hasta 1853. Santa Anna había comparecido desde el 7 de octubre de 1847 ante un Consejo de Guerra para responder por el desastroso resultado de la guerra de invasión norteamericana, en forma especial por la traumática pérdida de la Ciudad de México. Como resultado, en Huamantla, Tlaxcala, Santa Anna entregó el mando del ejército nacional al general Isidro Reyes. La tragedia nacional continuaba y terminó el año 1847 cancelándose las elecciones del Ayuntamiento de la Ciudad de México, mientras que el general Scott declaraba que Estados Unidos no sacaría del territorio nacional a su ejército sino hasta que se llegara a un arreglo compensatorio -botín de guerra- por la infamante rendición de nuestras fuerzas armadas. El 23 de enero de 1848, Santa Anna evadió en Tehuacán a un batallón norteamericano que pretendía apresarlo. Huyó a Oaxaca buscando refugio, pero el gobernador Benito Juárez no lo aceptó porque lo consideraba peligroso para el estado y desconfiaba de él. Santa Anna estaba viviendo tranquilo en Colombia cuando de nueva cuenta fue llamado para dirigir los destinos de la nación, en forma tan desastrosa y autocrática, que hubo de estallar la revolución de Ayutla en 1853 apara derrocarlo definitivamente.