Marzo 19 de 1985: muere en Denver, Colorado, Jesús Reyes Heroles, siendo secretario de educación pública. Nacido en Tuxpan, Veracruz el 3 de abril de 1921, estudia leyes en la UNAM, de donde se titula como abogado en 1944. Desde estudiante, en 1939, trabaja en el PRI de auxiliar en la presidencia del entonces PNR, viviendo de cerca la transformación a PRM y posteriormente PRI, partido político que llega a dirigir a nivel nacional de 1972 a 1975.
Una vez titulado, ingresa a laborar de asesor en la secretaría del trabajo, iniciando una exitosa carrera administrativa como subdirector técnico del IMSS en 1958, para renunciar en 1961 aceptando la candidatura a diputado federal. Es electo legislador y termina su legislatura en 1964 luego de varias y extraordinarias participaciones en tribuna, e inmediatamente es nombrado director de PEMEX, y once años después, director del IMSS. Al término de su gestión en el IMSS, Reyes Heroles era ya una celebridad, así que el 1 de diciembre de 1976, el presidente López Portillo le hace secretario de gobernación. Y desde esa plataforma crea una reforma política que incluye la Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procedimientos Electorales (LOPPE), la cual ve la luz pública en 1977.
Esta histórica reforma política abre la puerta a la participación política legal a los grupos de guerrilleros, dándole a los partidos políticos el estatus de entidades de interés público. Con este reforma, crece el número de diputados, de 300 a 400 y de ellos, cien son elegidos por el inédito principio de representación proporcional. Aterriza la idea de que posición y oposición, no son conceptos necesariamente excluyentes, sino por el contrario, son complementarios.
Este es el paso inicial para llegar a un sistema político plural en donde hay diversos partidos con tendencias ideológicas totalmente diversas. Reyes Heroles es reconocido como el gran ideólogo de la post-revolución. Son suyas muchas de las frases que siguen siendo sentencias políticas o axiomas indiscutibles, como: En política, la forma es fondo; En política hay que aprender a lavarse las manos con agua sucia; Lo que resiste apoya; y muchas otras que continúan citándose en el medio político. Estudiosos de la ciencia política como Enrique González Pedrero dedicaron muchos de sus textos a Reyes Heroles, pues su postura inflexible era sólo en temas como el estado laico, sufragio efectivo y no reelección. Reyes Heroles se dio tiempo para dar cátedra en la facultad de leyes de la UNAM, en la Escuela Superior de Comercio y Administración del IPN, y en los cursos de capacitación política del PRI. Discursos, ensayos y libros suyos son usados como básicos para el estudio de la política en Latinoamérica, como es el caso de El Liberalismo Mexicano; México: cincuenta años de Revolución, en donde es coautor con otros estudiosos. Sus textos escritos en 1945: Tendencias actuales del Estado; en 1948: La carta de La Habana; en 1951, La industria de la transformación y sus perspectivas; en 1951, Comentarios a la revolución industrial en México; en 1954, Continuidad del liberalismo mexicano; en 1957, El liberalismo mexicano (tres tomos); en 1960, La Iglesia y el Estado, y muchos otros, le dieron la autoridad política de sentar tesis en muchos aspectos de la vida pública de México, pues sigue siendo referente obligado en concursos de oratoria y análisis políticos. Es miembro de número con el sillón cuatro, de la Academia Mexicana de la Historia, y lo nombran miembro honorario de la Real Academia de la Historia de Madrid. Lo hacen Doctor honoris causa por la Universidad de Alcalá de Henares. Era una delicia escuchar sus conferencias, tuve la oportunidad de hacerlo en dos ocasiones y me impresionó su sencillez en la expresión. A los 63 años muere de cáncer de pulmón, en un hospital de Denver, y por su calidad de secretario de educación en funciones, se le hicieron los honores correspondientes a un hombre de estado. Sus restos están en la Rotonda de las Personas Ilustres.
