28/Apr/2024
Editoriales

Espectáculos y Diversiones de Monterrey. Las salas cinematográficas, segunda y última parte

En la primera parte estudiamos el origen del cine y la llegada a Monterrey de los ‘Panoramas’, lienzos grandes con paisajes pintados e iluminados por detrás que proyectaban un efecto visual muy agradable. Luego llegó el proyector de los hermanos Lumière -ya en una pantalla- con un acompañamiento musical en vivo de películas mudas. 

  

Al término del siglo XIX proliferaron establecimientos como El Fausto, el Salón Pathe, El Progreso, y otros que exhibíanpelículas, naciendo un nuevo negocio: las salas  cinematográficas. La Terraza Bernardo Reyes, los Cines Escobedo, Gloria Nacional y otros, fueron el antecedente de las salas monumentales de Cine en los años treinta y cuarenta del siglo XX. Se erigieron enormes salas de cine como el Elizondo, Reforma, Monterrey y otros, que pasaban películas mexicanas, pues el cine norteamericano estaba en ‘modo pausa’ por la II Guerra Mundial.  

 

Ahora veremos el florecimiento del Cine durante los años cincuenta. En esa década regresó abaratado el cine norteamericano, buscando reconquistar el gusto del público tras la Segunda Guerra Mundial. Lanzaron un programa que bajaba precios de los equipos de reproducción cinematográfica, introduciendo nuevos tamaños, que iban desde los tradicionales para las grandes salas, hasta los aparatos caseros. 

 

LAS TERRAZAS 

 

Estos aparatos cinematográficos económicos eran muy versátiles. Los “medianos” eran para espacios abiertos y por la noche; desatándose la creatividad de los emprendedores regiomontanos que convirtieron a las terrazas en un buen negocio familiar. Para montar una terraza de cine, se necesitaba una casa con patio amplio, y en aquel tiempo había muchas con varios patios, y destinaban esa parte de la vivienda al negocio, adornando el sitio con macetas de flores de temporada junto a la barda.   

 

En un patio posterior podía estar una pequeña mesa para comer carne asada o destinarla a lugar de juegos infantiles, y en caso de tener un tercer patio, se acostumbraba que allí hubiera árboles frutales como naranjos, limones, granados, o higueras. O podía haber un corral para el marranito de la casa, un cabrito, o un guajolote, incluso hasta algunas gallinas.

 

Cine – Terrazas famosas

Se acostumbraba que esos terceros patios funcionaran como salas de cine al aire libre -las llamadas terrazas-, y las más famosas en Monterrey eran la Terraza Brasil -en el centro de la Ciudad-, y la Rosita -en el Barrio del Mediterráneo-. Considerando nuestro típico espíritu competitivo, era lógico que creciera demasiado el número de cines – terrazas. 

 

Para adecuar un patio a ese negocio, se talaban los árboles que estorbaran la visión, y se pavimentaba o al menos se nivelaba el suelo. Se improvisaban bancas con tablas de madera apoyadas en ladrillos apilados, y se cobraba diferente el boleto de entrada si el lugar era de “tabla o piso”. Incluso se podía llevar su propia silla, así como alimentos y bebidas, aunque pronto apareció el negocio de La Dulcería.

 

Todo mundo asistía a una Cine – Terraza; abundaban

Las películas que se exhibían en las terrazas no eran estrenos, pero tampoco vejestorios. Eran cintas que acababan de salir de cartelera, y las funciones eran de una o dos películas continuas, en un horario de funciones que variaba según la hora que oscureciera.  

 

En la Ciudad era muy difícil encontrar a alguien que no conociera alguna cine-terraza. Porque no sólo había esos negocios en el centro, sino que se instalaban al menos una en cada colonia o barrio. Veamos algunos ejemplos: 

 

La propietaria de una Terraza de la Colonia Vista Hermosa pide permiso para cambiar la ubicación de su negocio: 

 

En la Ciudad de Monterrey… el día once de Marzo de mil novecientos cincuenta y cinco… con la presencia del C. Dr. José Luis Lozano, Presidente Municipal de la Ciudad de Monterrey…. La Sra. Sofía Salinas Vda. de Garza…  solicitud para cambiar la terraza Cinematográfica de su propiedad del domicilio actual Argentina 262 al de Brasil 253 de la Colonia Vista Hermosa. Pasa para estudio y dictamen al Reg. Comisionado de Espectáculos 

 

Solicitud para dos nuevas terrazas, en la Colonia Madero y en la Independencia. Además, la propietaria de la Terraza de Vista Hermosa decide buscar otra ubicación. 

 

El R. Ayuntamiento de la ciudad de Monterrey, y presidida la sesión por el señor Dr. José Luis Lozano, Presidente Municipal,… el señor Leonel Hernández G. solicita autorización para la apertura de una Terraza Cinematográfica en la Colonia (sic) Jesús M. Garza Ote. 35 de la Colonia Francisco I. Madero, así como el señor Rufino Quiroga Arizpe, solicita autorización para el funcionamiento de la Terraza que se denomina "El Mirador", ubicada en las calles de Libertad y Zacatecas, de la Colonia Independencia; y la señora Sofía Salinas Vda. de Garza, que había solicitado autorización para la apertura de una Terraza Cinematográfica en la calle Brasil 253, de la Colonia Vista Hermosa, lo cancela en virtud de las quejas presentadas por los vecinos y solicita autorización para instalarla en la Guayana Inglesa 117, de la misma colonia. 

 

El alcalde José Luis Lozano “La Licha” se quejaba de la abundancia de Cinemas Terrazas, y de que no pagan suficientes impuestos, por lo que el regidor Encarnación “Chon” Espinosa propuso que se fijara un 7.5% de los ingresos como impuesto municipal. 

 

Aprueba Cabildo propuesta de Chon Espinosa para

incrementar impuesto a Terrazas

(…)  Y por último el C. Doctor José Luis Lozano, Presidente Municipal, se refirió…  al problema que representa el ya excesivo número de terrazas cinematográficas existentes en la ciudad y cuyos pagos por concepto de impuestos, son muy bajos. El C. Regidor Encarnación H. Espinosa, Comisionado en el Ramo de Espectáculos, sugirió se les fije un 7 1/2 y en lo general lo que fué aprobado. 

 

Primero abrían las Terrazas y si era buen negocio, pedían permiso

Los emprendedores regiomontanos tenían la vivaz costumbre de construir y adaptar el terreno para funcionar como Terraza cinema, empezar a operar y luego pedir permiso al municipio, así probaban el negocio y para entonces ya era muy penoso para el Cabildo decirle a un ciudadano que deshiciera su inversión; por lo que en esta acta se prohíbe construir y luego pedir permiso: 

 

En la ciudad de Monterrey, Estado de Nuevo León, siendo las diecinueve treinta horas del día 23 de mayo de 1955… el C. Doctor José Luis Lozano, Presidente Municipal… El C. Regidor Encarnación H, Espinosa pide se ordene al Departamento de Obras Públicas, no autorice la construcción de terrazas (cines), sin la previa autorización del R. Ayuntamiento.- Que en este caso se halla el cine Maravillas, cuya construcción pide se suspenda.- Aprobado. 

 

Aquí vemos otra solicitud, para abrir una terraza en la Colonia Buenos Aires: 

 

En la Ciudad de Monterrey, Capital del Estado de Nuevo León, siendo las 12.20 horas del viernes 22 de julio de 1955, reunidos en el Salón de Cabildos los C.C. Regidores y Síndicos que integran el R. Ayuntamiento, bajo la presidencia del C. Dr. José Luis Lozano…De la Sra. Vicenta Jiménez, en Agustín Melgar Nte. 1914, Col. Terminal, fecha 18, solicitando permiso para abrir un cine Terraza, en Ave. Altos Hornos, a media cuadra de la Ave. Fundición, de la Colonia Buenos Aires, Al C. Regidor Espinosa, comisionado de espectáculos. 

 

Aquí vemos una solicitud de un Cinema Terraza pero esta vez no de un particular, sino de una compañía “Operadora de Teatros” 

 

En la Ciudad de Monterrey, Capital del Estado de Nuevo León, siendo las 10.20 horas del viernes 6 de Julio de 1956, reunidos en el Salón de Cabildos los C.C. Regidores y Síndicos que integran el R. Ayuntamiento bajo la presidencia del Dr. José Luis Lozano Alcalde de la Ciudad… De Operadora de Teatros en Villagrán Nte. 630 fecha 3 de Julio, solicitando autorización para la instalación de un nuevo Cine Terraza en la calle de Artículo y Progreso.- Se turna al C. Regidor de Espectáculos, Encarnación Espinosa. 

 

Había Cines – Terrazas por doquiera

En las “orillas” de la Ciudad también se instalaban terrazas como ésta, que estaba frente a donde hoy están los condominios Constitución y que pretendía transformase en cine, al colocarle un techo: 

 

En la Ciudad de Monterrey, Capital del Estado de Nuevo León, siendo las 13.05 horas del viernes 15 de Febrero de 1957, reunidos en el Salón de Cabildos los C.C. Regidores y Síndicos que integran el R. Ayuntamiento bajo la presidencia del Dr. José Luis Lozano… Del Regidor Encarnación H. Espinosa, en relación con la solicitud que hace el Sr. Armando Urrutia para techar una Terraza de su propiedad en Héroes del 47 y J. I. Ramón.- "Se aprueba la solicitud en los términos que lo ha hecho la persona mencionada". 

 

Llega la Televisión y acaba con los Cines - Terrazas

Sin embargo, la modernidad llegó con la figura de televisión, y en la década de 1960 las terrazas dejaron de ser atractivas, pues las familias que tenían televisor, permitían que sus vecinos la vieran a cambio de una económica cuota, pues la industria del entretenimiento avanzaba rapidito. 

 

La edificación de los cines Monterrey y Reforma, en la década de los años cuarenta, se justificaba pese a ser dos monumentos a la opulencia espacial, porque la industria cinematográfica entró en un auge y las grandes producciones llenaban las salas y al mismo tiempo permitirían reuniones masivas para otro tipo de espectáculos artísticos.

 

Estos cines monumentales fueron parte importante del perfil urbano de la Ciudad y constituyeron un vértice en la construcción de obras dedicadas al entretenimiento urbano, iniciándose una nueva época en el uso de los espacios cinematográficos. 

 

LOS AUTOCINEMAS 

 

Y nos llegó una variedad de la “Terraza” importada de Estados Unidos, que fue el Autocinema. El número de automóviles crecía diariamente y en un campo abierto, de noche, sobre una pantalla monumental, con un gran cinematógrafo se proyectaban películas. En cada cajón de estacionamiento había una bocina que algunas podían incluso introducirse al vehículo, si el sistema de sonido permitía además de la bocina, un cable con cierta holgura.

 

El cuestionado negocio de los Autocinemas

Este negocio permitía que mientras los asistentes estaban en sus vehículos disfrutando de la película, se vendía comida rápida, de preferencia norteamericana, como hamburguesas y hotdogs, así como refrescos y dulces. Se colocaban charolas en las ventanillas de los autos y en ellas se colocaba la comida, convirtiéndose en un nuevo negocio, pero que requería una gran inversión, considerando el terreno amplio y el equipo de pantalla gigante más el sonido especializado. 

 

El primer autocinema de Monterrey se llamaba el Aloha que se ubicaba en donde hoy está la Juguetería Julio Cepeda, sobre la avenida Gonzalitos. En los años 90 hubo otros como el que se encontraba sobre la lejana avenida Lázaro Cárdenas, que eran muy populares, preferidos por las parejas melosas. 

 

He aquí una queja del Aloha:  

 

En la ciudad de Monterrey, Capital del Estado de Nuevo León, a las diecinueve horas cuarenta y cinco minutos del día veintidós de mayo de mil novecientos cincuenta y dos, se inició la sesión ordinaria del H. Ayuntamiento, bajo la presidencia del C. Alfredo Garza Ríos…  Para concluir la lectura de correspondencia se dan a conocer las quejas presentados contra el Cinema Aloha,  

 

Las quejas de los ciudadanos contra los autocinemas generalmente eran contra las parejas de enamorados o contra grupos de muchachos que escandalizaban al sabor de unas cervezas que llevaban en su vehículo. Los autocinemas desaparecieron por el crecimiento exagerado del valor comercial de sus terrenos. 

 

LOS CINES A PARTIR DE LOS AÑOS 60 

 

Para desgracia del cine mexicano, en la década de los años sesenta la producción cinematográfica de Estados Unidos creció, así como la calidad de sus películas. En contraste, las películas mexicanas perdieron calidad, dejando a la Época de Oro del Cine Nacional atrás, filmando los llamados ‘churros’, ‘ficheras’ y de comicidad barata. 

 

Así que en Monterrey había dos tipos de cine, el de las clases acomodadas que asistían a ver películas joligudenses pagando boletos de taquilla caros; y el de los menos afortunados, que pagaban menos en la entrada para ver películas mexicanas. En ese tiempo surgieron los cines especializados en películas porno que, afortunadamente, no tuvieron el éxito que se vaticinaba. 

 

Entre los cines modernos de los años sesenta, la familia Villarreal -de Coahuila- construyó el Cine Río 70 con estructura Tridilosa que llama la atención por su forma oval, proyección Imax, y amplio estacionamiento. Terminó siendo icónico; su amplitud y atractivos ingenieriles le convirtieron en recinto de eventos políticos, como informes de gobierno, tomas de protesta y actos de campañas. Además de cine, es teatro y centro de espectáculos. Después los Villarreal construyeron el Cine Cuauhtémoc 70, en la avenida Cuauhtémoc cruz con la de Washington, y remodelaron el Cine Juárez 70, único de esa terna que no sobrevivió. 

 

 Comienza ligero declive en la demanda de cines, por falta de estacionamientos

Pero en los años setenta los cines céntricos empezaron a decaer y algunos a cerrar. Claro que también surgieron otros como el Montoya que igual funciona como teatro; y el cine Roma, para la gente acomodada del sur de la Ciudad. En 1970 el cine Rex dividió su sala en dos para exhibir al mismo tiempo dos películas. 

 

La construcción de la Macroplaza desaparece dos cines céntricos

En los años ochenta el centro fue perdiendo sus cines monumentales como el Elizondo y el Olimpia por la construcción de la macroplaza, y otros como el Monterrey y El Reforma  por su oneroso mantenimiento. El cine Araceli se incendió, y finalmente fueron construyéndose cinemas en las colonias.  

 

En los años noventa continuaba la tendencia a desaparecer las salas cinematográficas del Centro, poniéndose de moda los cines gemelos, es decir de dos salas. Los cines Gemelos Plaza, en la avenida Madero y Guadalajara; y los Gemelos Tec, en Garza Sada, que eran modernos, pequeños, con amplios estacionamientos, más cercanos a la gente y con equipos más modernos fueron sustituyendo a los cines tradicionales. 

 

Llegan las cadenas nacionales de salas de cine, y las salas VIP

En esta época llegaron las grandes cadenas nacionales de salas de cine como Cinépolis que establecían lugares donde había 4, 6, 8 o más salas. Privilegiaban los centros comerciales como Galerías Monterrey; Plaza Tec y Cinemas Cumbres, que tienen varios vestíbulos, varios pares de baños públicos, dulcerías, y seguridad adecuada. 

 

En 1999 se creó el concepto de Cine VIP, de asientos más cómodos, servicio de restaurante y bebidas, con meseros y otras comodidades mientras se disfruta de una película. En 2004 se estrenó el sistema 4 D, en referencia a cuatro dimensiones, pues el asiento se mueve al compás de las acciones de la película, se simulan corrientes de aire y las bocinas cercanas dan una sensación al espectador de ser parte de la película. 

 

La pandemia de Covid 19 propina golpe mortal al negocio del cine

Como cine independiente sobrevive aún el Cine Rally, ubicado por la Avenida Colón, famoso por sus chili dogs, trato familiar y precios accesibles. Pero la pandemia de 2020 paralizó la capacidad instalada de salas de cine, impulsando las aplicaciones de   

streaming, es decir, que la señal de internet se transfiere a un televisor, y una computadora, tableta o celular sintoniza una película que se elige en un amplio catálogo, previo el pago de una suscripción. 

 

No se sabe aún el destino de las salas de exhibición de películas, pues su naturaleza de recinto cerrado dificulta la prevención de contagios del Covid 19 o de futuras enfermedades. Existe la posibilidad de que, quienes tuvimos la fortuna de ir al cine a ver una buena película y degustar una ración de palomitas de maíz, hayamos sido los últimos de la historia.

 

Está en riesgo la sobrevivencia de las salas de cine

Porque los sistemas de transmisión de películas por televisión en la comodidad del hogar, ya sea por Netflix, Prime, o cualquiera otra compañía que por cómodas mensualidades dan acceso a un servicio inigualable, con amplia variedad de títulos y en horario continuo, que permite suspender la transmisión de la película para reanudarla cuando haya tiempo de verla.    

 

Si no se puede reanudar el negocio de las salas de cine, habrá qué definir el destino de los edificios viejos cines pues alguna utilidad habrá que encontrarles. La Ciudad no merece tener feas cicatrices en su rostro. Sea lo que venga, seguramente se podrán utilizar esos espacios para plazas públicas, jardines botánicos, o alguna otra aplicación cultural. 

 

 

FUENTES 

Archivo Histórico de Monterrey 

COLECCIÓN: Civil, Actas de Cabildo 14 de enero de 1955; 25 de marzo de 1955; 29 de abril de 1950; 23 de mayo de 1955; 6 de julio de 1956, 16 de febrero de 1957. 

http://eprints.uanl.mx/8995/1/Pasado%20y%20presente%20de%20las%20salas%20cinematograficas.pdf 

http://vidauniversitaria.uanl.mx/surgimiento-del-cine-regiomontano-gherardo-garza-fausti/ 

http://amic2015.uaq.mx/docs/memorias/GI_09_PDF/GI_09_Las_antiguas_salas_cine.pdf