El enorme escritor colombiano Gabriel García Márquez pasó momentos de grandes necesidades y estrecheces económicas antes de triunfar. Platicó muchas veces la anécdota de cuando no tenía el dinero necesario para enviar a la Editorial Sudamericana su obra de Cien Años de Soledad, que le dio grandes satisfacciones. Como el texto era de 590 cuartillas, el importe del traslado era más grande que su presupuesto. Así que la solución que le dio fue enviar el texto en dos partes para poder conseguir entre los dos envíos un préstamo en una Casa de Empeños. Lo que no platicaba García Márquez es que, con lo nervioso que estaba, envió la segunda parte antes que la primera. Habrase visto el susto que se llevó cuando se dio cuenta del error.