Internacional

La lucha de las FARC en Colombia seguirá como partido político

Colombia - Las FARC seguirán luchando por la justicia social y los más pobres de Colombia pero ahora como un partido polí­tico, dijo el sábado su lí­der en la última reunión del grupo como guerrilla tras un acuerdo de paz que no dejó "vencedores ni vencidos".

En medio de las sabanas y selvas del sur del paí­s que fueran sus bastiones, se espera que en la X Conferencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) los comandantes de la guerrilla aprueben el acuerdo sellado en Cuba con el Gobierno de Juan Manuel Santos para poner fin a un conflicto de más de medio siglo que dejó 220.000 muertos.

"Hay que conseguir que la paz se convierta en una realidad en nuestro paí­s sobre la base de la justicia social y la democracia", dijo Rodrigo Londoño, alias "Timochenko", el lí­der de las FARC, en la ceremonia de apertura del primer encuentro guerrillero abierto a la prensa, y que durará una semana.

"Eso implica la vinculación de las grandes mayorí­as inconformes a la vida polí­tica activa de nuestra nación", agregó desde una tarima ante cientos de combatientes el hombre que firmará el acuerdo de paz con Santos el 26 de septiembre en la ciudad de Cartagena.

Desde el escenario descubierto en esta región de Colombia, Timochenko subrayó la necesidad de dar "un mensaje nuevo, fresco y esperanzador por los cambios" y exhortó a los miembros del grupo a entregarse a la "imprescindible tarea de la unidad sin la cual todo esfuerzo se desperdiga y pierde".

La meta más importante de la reunión de las FARC es definir su estrategia para su metamorfosis como partido polí­tico. La agenda del evento incluye temas como el derecho a la tierra, el medio ambiente y la mujer.

Las FARC podrí­an encontrar apoyo electoral entre los campesinos pobres y en sectores de izquierda, pero muchos colombianos se oponen a que debuten en la polí­tica y ocupen eventualmente cargos de elección popular por su pasado de asesinatos, secuestros y desplazamientos bajo el conflicto.

Uno de los principales desafí­os del grupo rebelde en su tránsito a la polí­tica será mantener a sus integrantes unidos para evitar que se sumen al más pequeño Ejército de Liberación Nacional (ELN) o a bandas criminales dedicadas al narcotráfico y a la minerí­a ilegal.

Unos 900 periodistas cubren el evento y tendrán acceso a los 200 delegados de las FARC en un caserí­o con una estación de servicio, antena de comunicaciones, alojamientos de madera para los delegados, duchas, baños, auditorio, un comedor y oficinas.

El lugar, en una llanura cubierta de vegetación y árboles, a está a unas cinco horas de viaje en vehí­culo por caminos de barro desde San Vicente del Caguán, el pueblo más cercano.

"Hemos conseguido sentarnos a una mesa de conversaciones y sacar avante un acuerdo final de terminación del conflicto con el que queda definitivamente claro que en esta guerra no existen vencedores ni vencidos", concluyó Timochenko.