Enero 31 de 1824: se publica el Acta Constitutiva de la Federación Mexicana, a semejanza de la de los Estados Unidos, muy diferente al virreinato español y al mismo Imperio Mexicano que duró de 1822 a 1823. En marzo de 1823 abdicó Iturbide y a partir de ese momento se vivió en el país un incontrolable deseo de separatismo de cada provincia para convertirse en nación independiente, hasta que se llegó a esta figura que permitía tener entidades soberanas pero unidas en torno a una nación con el sistema federal. Hubo grandes debates en el Congreso Mexicano hasta que finalmente se concluyó que el mejor sistema era el régimen republicano y federado semejante al del vecino del norte. 

Esta Acta Constitutiva de 1824 decía en su artículo primero: “La nación mexicana se compone de las provincias comprendidas en el territorio de lo que había sido La Nueva España, donde estaban también incluidas la capitanía de Yucatán y las Provincias internas de oriente y de occidente”. En el artículo 2 se señalaba que la nación mexicana es libre e independiente para siempre de España y de cualquiera otra potencia, y no es ni puede ser patrimonio de ninguna familia ni persona. En el artículo 3º decía que la soberanía reside radical y esencialmente en la nación. Y ella es la única encargada de adoptar y establecer por medio de sus representantes la forma de gobierno y demás bases fundamentales que le parezcan más conveniente para conservarse, prosperar y dotar de progreso a su gente. Posteriormente, el 4 de octubre de ese mismo 1824 se promulgaría la Primera Constitución Federal promulgada en el país independiente.