C.URIEL MORENO “EL ZAPATA”

MATADOR DE TOROS Y

TRIUNFADOR DE LA FERIA DE 

SAN JUAN DEL RÍO,

ESTADO DE QUERÉTARO

TORERO:

Cuando Pancho Villamelón se enteró del “entradón” registrado en la plancha del Zócalo, apenas el primer día de este mes, al celebrarse el quinto aniversario del triunfo electoral y advenimiento al poder público del licenciado Andrés Manuel López Obrador, recordó que este tipo de multitudes, son frecuentes en la Monumental Plaza México, cuando se ofertan carteles de lujo, con toros de lo mismo.

_____Si me permite, comenta Villamelón, el presidente AMLO tiene un carácter de figura grande de la política y si hubiese sido torero, muy seguramente llenaría las plazas en las que se viese anunciado.

 Y sin embargo, hoy día y, cada día,  ha tenido “que torear y lidiar a sus opositores”, sólo que le embisten “en montón” y, a pesar de ello, les da sus muletazos de castigo y “los deja parados”, con sus argumentaciones y, sobre todo acciones positivas, a favor de toda la nación que requiere enfilar por el camino de la justicia distributiva y el bien común…¿Vamos bien o nos devolvemos…”, mi dilecto incomunicador y contertulio de la época de la Cuarta Transformación de México.

                                      POLACA Y TORIBIOS

 Mejor digamos, Pancho Villamelón (de la polaca y los toribios), que El Zapata ha tenido una tarde venturosa en la Feria del Queso de San Juan del Río, al enfrentarse a “Miguelón”, quinto de la tarde, de la ganadería de “Palma del Río” y le ha cuajado un faenón completísimo con capote, banderillas y muleta, indultando a tan bravo y noble ejemplar de las tierras queretanas.

El Zapata es un torero verdad y, en todas las plazas, luce mucho al conservar en su toreo personal, la vieja escuela torera mexicana, salpicada con aportaciones propias que sacuden emocionalmente a las multitudes.

 _____P´os crónicas polacas desde la Ciudad de México, comenta Villamelón, señalan que el presidente  AMLO, también sacudió a un zócalo repleto de seguidores, admiradores y miembros de su Partido Morena, al afirmar: “México debe continuar en este camino de transformación política, económica, cultural, institucional, para bien de todos, luego de largo período de saqueos, corrupciones, desvíos, entrega de los bienes nacionales y un largo etc., dejando a millones de pobres y a millones de marginados de un mínimo de bienestar social y humano…” ¿Qué os parece, mi dilecto pinchapicateclas polaco taurino…?

                                      FIESTA  AISLADA

 Como usted podrá advertir, Matador Zapata, Panchito Villamelón “se ha empapado” del ambiente político nacional. Y francamente, no podemos aislarnos de tal transformación porque, como todo lo sabemos, cerrada nuestra catedral del toreo, como es la Plaza México, la fiesta de toros en México demanda también un cambio fundamental para forjar una nueva manifestación de la fiesta brava nacional, a favor de nuestros ganaderos, novilleros, matadores de toros y todos quienes tienen una función específica en la celebración de las corridas de toros, de ferias, temporadas grandes y chicas…

 Es decir, la fiesta requiere una transformación orientada a construir toda una industria torero-turística completa, en la que entren en juego todas las fuerzas taurinas y toreras del país y…desde luego, los ganaderos para crianza del TORO.

 Luego, procede felicitarlo por este triunfo Maestro Zapata, al igual que a sus compañeros de cartel, los matadores Francisco Martínez, Juan Pedro Llaguno y el rejoneador José Funtanet, todos con actuaciones sobresalientes y merecedoras del reconocimiento del respetable.

 Pero, como ha llegado la hora de finiquitar esta mini-misiva, no olvidamos señalar que: un México sin fiesta de toros, no es México y mucho menos sin sus bienes naturales que le ha obsequiado la Madre Natura para sus hijos, mexicanas y mexicanos.

 Sin más por hoy, acepte un saludo cordial, de quien tira, desde el Cerro de la Silla, el gancho de un firmazo torero: MAX TAVARES.