03/May/2024
Editoriales

Todo por un reloj

Hace unos días en Tulum, QR, asesinaron cobardemente al joven empresario regiomontano David González Cuéllar cuando intentaban robarle su reloj.

 Recuerdo a Alberto Andrés Alvarado Arámburu, gobernador de Baja California sur, que en el año de 1983 varios ingenieros fuimos de visita a La Paz y, buscando convencernos que invirtiéramos en su tierra, AAAA nos ofreció su yate en el que turisteamos todo un día.

 Pero después de terminar su encargo, este santo varón fue acribillado en Ciudad de México al resistirse a un asalto para robarle su reloj.

 Desafortunadamente existen en el país delincuentes especializados en muchos rubros. 

  Hay narcos, carteristas, huachicoleros, defraudadores, mapaches electorales, y otras ‘especialidades’ entre las que se encuentran los asaltantes especializados en relojes finos.

 Pero mal de muchos, consuelo de… porque hay ‘aficionados’ a los relojes además de México, en otros países, como Albania, por ejemplo.

 En junio de 2007 el presidente George Bush visitó la pequeña ciudad albanesa Fushe Cruje, en donde una multitud lo recibió vitoreándolo ‘Bushi, Bushi,’ y él  creyó que era muy popular, así que repartió besos a diestra y siniestra, dejando que la gente le apretara y besara las manos, pues traía un montón de guaruras cuidándolo.

 Los canales locales de TV ‘News 24’ y ‘Top Chanel’ difundieron imágenes del tal Bush muy feliz cuando de pronto aparecieron las dos muñecas iguales, es decir, ya no traía en la izquierda su fino y atractivo reloj de correa negra. 

 

 Bush fue después a una reunión con empresarios albaneses apoyados por fondos norteamericanos pero, a pesar de que en el restaurante había un personificador que decía en letras muy bonitas y sofisticadas: ‘Presidente Bush’, y en la silla de enseguida estaba otro con el nombre de ‘Laura Bush’, el norteamericano se veía incómodo y con ganas de largarse del pueblo.