Internacional

Desde Argentina ven muy débil al nuevo Gobierno de España

 

La euforia y el estupor por la fugaz destitución del “popular” Mariano Rajoy, luego de que prosperara una moción de censura en su contra, y su meteórico reemplazo por el socialista Pedro Sánchez están dando paso a una sensación amarga: el gobierno que acaba de abrir los ojos será tísico, débil, le costará respirar y será presionado hasta convocar nuevas elecciones en el corto plazo.

  “Este será un gobierno que hará del diálogo su forma de hacer política”, dijo el secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en cuanto se convirtió en presidente.

  “Será un gobierno socialista y en minoría”, admitió su portavoz en el Congreso, Margarita Robles, quien podría ocupar un cargo en el nuevo gabinete que está diseñado Sánchez a contrarreloj para intentar llegar a celebrar el viernes próximo su primera reunión de consejo de ministros.

 A pesar de haber logrado 180 votos a favor de la moción presentada para desalojar a Rajoy, el PSOE cuenta sólo con 84 diputados en el Congreso. Y el Senado, indispensable para aprobar reformas de la Constitución o del Código Penal, sigue siendo mayoritariamente del Partido Popular que lidera el ex presidente Rajoy. Gobernar no será nada fácil para Pedro Sánchez.

 El líder del Partido Socialista (PSOE), Pedro Sánchez, le estrecha la mano al rey Felipe VI el 02/06/2018 en la toma de posesión de su cargo como jefe del Gobierno en Madrid, España. dpa

 Encuentro. El líder del Partido Socialista (PSOE), Pedro Sánchez, le estrecha la mano al rey Felipe VI en la toma de posesión de su cargo (Dpa).

  “Un gobierno con apoyo parlamentario débil, un gobierno monocolor es menos estable que uno que sume otras fuerzas”, dijo Pablo Echenique, secretario de Podemos, el partido de los indignados que, con sus 67 votos en el Congreso, fue el principal aliado de Sánchez para cortarle las piernas a Rajoy. Su líder, Pablo Iglesias, coqueteó desde el primer día con un cargo en el nuevo gabinete. El socialismo, por ahora, hace silencio.

 Circula el rumor de que Pedro Sánchez estaría bocetando un gobierno para sobrevivir un año en el poder. El rumor asegura, además, que los grupos parlamentarios que lo han apoyado, por mínima que sea la representación que tengan en el Congreso, ya han comenzado a alzar la voz para criticar y exigir.

 Nuevas elecciones. Eso es lo que ya le estaba pidiendo al socialista, que no llevaba ni 24 horas como presidente, el Partido Nacionalista Vasco (PNV), cuyo apoyo a la moción de censura fue, junto con el de los separatistas catalanes, decisivo para que hoy Sánchez se esté mudando a La Moncloa. “Debería convocar elecciones a fines de 2019 o principios de 2020”, hizo público el presidente del Euzkadi Buru Batzar (EBB) del PNV, Andoni Ortuzar.