03/May/2024
Editoriales

Antes de morir

Antes de morir, hija mía, quisiera estar seguro de haberte enseñado...

 

a disfrutar del amor,

 

a confiar en tu fuerza,

 

a enfrentar tus miedos,

 

a entusiasmarte con la vida,

 

a pedir ayuda cuando la necesites,

 

a permitir que te consuelen cuando sufrís,

 

a tomar tus propias decisiones,

 

a ser amiga de vos misma,

 

a no tenerle miedo al ridículo,

 

a darte cuenta de que merecés ser querida,

 

a hablar a los demás amorosamente,

 

a decir o callar según tu conveniencia,

 

a quedarte con el crédito por tus logros,

 

a amar y cuidar la pequeña niña dentro de vos,

 

a superar la adicción a la aprobación de los demás,

 

a no absorber las responsabilidades de todos,

 

a ser consciente de tus sentimientos y actuar en consecuencia,

 

a no perseguir el aplauso sino tu satisfacción con lo hecho,

 

a dar porque querés, nunca porque creas que es tu obligación,

 

a exigir que se te pague adecuadamente por tu trabajo,

 

a aceptar tus limitaciones y tu vulnerabilidad sin enojo,

 

a no imponer tu criterio ni permitir que te impongan el de otros,

 

a decir que sí sólo cuando quieras y decir que no sin culpa,

 

a vivir en el presente y no tener expectativas,

 

a tomar más riesgos,

 

a aceptar el cambio y revisar tus creencias,

 

a trabajar para sanar tus heridas viejas y actuales,

 

a tratar y exigir ser tratada con respeto,

 

a llenar primero tu copa y, recién después, la de los demás,

 

a planear para el futuro pero no vivir en él,

 

a valorar tu intuición,

 

a celebrar las diferencias entre los sexos,

 

a desarrollar relaciones sanas y de apoyo mutuo,

 

a hacer de la comprensión y el perdón tus prioridades,

 

a aceptarte así como sos,

 

a no mirar atrás para ver quién te sigue,

 

a crecer aprendiendo de los desencuentros y de los fracasos,

 

a permitirte reír a carcajadas por la calle sin ninguna razón,

 

a no idolatrar a nadie, y a mí.... menos que a nadie

 

Jorge Bucay