05/May/2024
Editoriales

Obregón era de mente ágil

El general Álvaro Obregón fue un hombre agudo; siempre tenía alguna respuesta ingeniosa a cualquier cuestionamiento.

 En agosto 15 de 1914, al encabezar el Ejército constitucionalista del Noroeste, Obregón entró victorioso a la Ciudad de México, para nombrar nuevas autoridades y clausurar los tribunales y juzgados. 

 Sus tropas iban marchando rumbo al Palacio Nacional, y desde los balcones de las casas la gente aplaudía a los norteños uniformados color caqui y sombrero tejano.

 Unas cuadras antes de llegar, estaba una manta con una efigie muy mal dibujada de Venustiano Carranza, y uno de sus subalternos alcanza al caballo de Obregón y le dice: _¿Ya vio mi General qué mal pintado está el primer Jefe?, y Obregón le respondió: _“pero parece que quisiera hablar don Venustiano”.

 El subalterno le comenta: 

_ pero mi general, ese dibujo de Carranza está muy mal hecho. 

 Y Obregón le responde: 

 

_sí, parece que el primer jefe quiere hablar … para recordarle la madre al que lo pintó.