18/Apr/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Febrero 28 de 1910: acepta el Congreso del Estado, la renuncia del general Bernardo Reyes al cargo de gobernador. Esto sucede en las postrimerías del régimen porfirista, cuando Reyes ya tenía problemas con el presidente Díaz. Su historia siempre será interesante: Desde que en octubre de 1885 llega a Monterrey como jefe de las armas, el jalisciense Bernardo Reyes Ogazón se convierte en el personaje político y militar del estado. El presidente Porfirio Díaz le envió para controlar la región, pues los generales Francisco Naranjo, Jerónimo Treviño y el gobernador Genaro Garza García, se oponían a su política, permitiendo además que algunos grupos de contrabandistas proliferaran en la zona. Reyes rápidamente se mueve políticamente y son electos alcaldes no afines al gobierno estatal, así que Garza García viaja a la ciudad de México a negociar con Porfirio Díaz, dejando como encargado del despacho a Mauro A. Sepúlveda. Pero éste no soporta la presión de gobernar y abandona la ciudad pidiendo ayuda federal para controlar algunos incidentes que culminan con la desaparición de la legislatura estatal. Esto permite que Díaz haga a Reyes gobernador provisional de diciembre de 1885 a octubre de 1887, y al término de su mandato continúa con una importante presencia política al ser jefe de la tercera zona militar de Nuevo León-Coahuila-Tamaulipas. Luego regresa por la vía democrática al poder ejecutivo estatal y se reelige sucesivamente, al puro estilo de su jefe Díaz, hasta octubre de 1909. En el ínterin de 1900 a 1903 es secretario de guerra y marina. Durante su periodo al frente del estado, Reyes fue un gran gobernador, pues reabre la Escuela Normal, impulsa el Colegio Civil y hace muchas e importantes obras públicas. Tal vez lo más relevante es que otorga concesiones a inversionistas extranjeros para la creación de nuevas empresas y comienza la industrialización formal de Nuevo León, con fábricas de cemento, vidrio, cerveza y siderurgia. En 1895 inicia la construcción del Palacio de Gobierno, terminándolo en 1908 y posteriormente abre las avenidas Unión y Progreso, hoy llamadas Madero y Pino Suárez, que paradójicamente, llevan el nombre de los héroes democráticos contra los que él (Bernardo Reyes)terminó su vida peleando. Ya hemos tratado aquí el proceso que vivió el padre del regiomontano universal, Alfonso Reyes, que después de haber sido gobernador y uno de los posibles candidatos a la presidencia de la república, en 1911 se levanta contra el presidente Madero y termina encarcelado en Tlatelolco, teniendo que ser indultado por don Francisco I. Madero para no ser fusilado. Desde la cárcel, en febrero de 1913 encabeza una rebelión que consigue liberarlo pero que le cuesta la vida en las cercanías del palacio nacional, al inicio de la llamada Decena Trágica.