20/Apr/2024
Editoriales

NO ES FALTA DE POLICÍAS SINO DE EMPLEOS, INGRESOS Y EDUCACIÓN

"¿ De quien son hijos los delincuentes?" ; pregunto el gobernador Jaime Rodrí­guez Calderón el pasado fin de semana, para luego responderse; " son hijos de ciudadanos que viven aquí­ y entonces estamos haciendo las cosas mal; si crece el número de rateros es porque crece el desinterés que tenemos los padres en cuidar a nuestro hijos y llevarlos por el bien". Obviamente se trata de una declaración de esas que podemos llamar "desafortunadas" y que todos hacemos de vez en cuando.

Sin embargo, esta declaración es coherente ideológicamente con otra que hizo sobre el problema de los baches y donde invito a la ciudadaní­a a comprar "un kilo de cemento" para tapar los baches porque "los impuestos no alcanzan ( al gobierno) para solucionar todos los problemas" . Lo que obviamente El Bronco no puede entender dominado por su ideologí­a "neo consevadora", es que en México debido al bají­simo crecimiento de los últimos 33 años, un nivel de alrededor del 2.4% anual en promedio, no se han generado los 1.4 millones de empleos que deberí­an estarse generando cada año sino menos de la mitad o mucho menos.

Por lo tanto se ha acumulado un rezago que podemos ver reflejados en los más de 29 millones de personas que sobreviven en la llamada "economia informal" y a los que podemos sumarles los más de 14 millones de mexicanos que han emigrado en ese lapso de tiempo principalmente hacia los EU.

Por otro lado, de la población económicamente activa, unos 53 millones de personas, un 57.7% gana menos de 3 salarios mí­nimos (73.04 pesos es el salarios mí­nimo actual, así­ que ud. saque cuentas) y un 73.4%.gana menos de 5 salarios mí­nimos. Obviamente, en esos millones de mexicanos y mexicanas que viven de la economí­a informal o gana esos sueldos como asalariados difí­cilmente pueden crear y atender adecuadamente a sus familias. Por lo general tiene que trabajar los dos padres y muchas veces alguno de ellos tiene dos empleos "pa completar" como se dice.

Obviamente también, los hijos crecen sin la atención, la orientación y el amor necesario. Obviamente también esos hijos van acumulando un resentimientos, la mayorí­a de las veces inconsciente, contra la sociedad que les niega a sus padres y los bienes y satisfactores que la misma sociedad ofrece. Todo estos es más o menos obvio pero no lo es para el gobernador Jaime Rodrí­guez pese a ser el mismo un hijo de padres campesinos y humildes que deberá ser sensible con los cientos de miles de padres a los que ahora está culpando por la ola delictiva.