03/May/2024
Editoriales

Notitas Literarias, “La Felicidad y el Derecho”

Hace años escuché de un viejo juez esta dolorosa interrogación,  que me hizo profundo impacto: 

 ¿Por qué si el Derecho es el orden de la vida , no encontramos en la ley ninguna página de la felicidad? 

 El Derecho, decía, es lo recto, y sin embargo vive torcido. Desde lo más remoto de la Historia los hombres lo han discutido y guerreado constantemente.   

 El Derecho, arguía, es la soberbia del bien, la ambición de lo propio, la codicia de lo justo, la arbitrariedad jurídica, la injusticia legal, paradojas que nos confunden y envenenan y nos incitan en un mar de desavenencias y de pleitos de lo tuyo y de lo mío, peor ahora que resulta ser de todos, en un comunista deseo de lo ajeno. En su decepción aquel viejo juez había perdido la fe y, en su peor desencanto, consideraba la ley "Como el código del egoísmo y avaricia"

  La felicidad es una divina sensación de bienaventuranza. Es santidad, porque para ser santo no se necesita más que ser bueno. Es, en fin, un estado siempre mejor de verdadera bondad.

 La dicha, el placer, la alegría, son una mera emoción de contento, de satisfacción, de gusto de bienestar, que no pueden confundirse con la felicidad, que pertenece a un sentido de excelsitud espiritual. El Derecho es el bien hecho en la ley y todo poder viene de Dios. La ley es el orden que nos obliga al bien y Dios es el Bien. El libre albedrío que nos dió Dios es absoluto. No obstante el bien, podemos obrar y pensar a nuestro antojo, podemos ser buenos o malos, es cosa nuestra. Por eso ante Dios es también absoluta nuestra responsabilidad. La libertad en cambio es relativa. Somos libres, pero únicamente bajo el imperio de la ley. 

        

Autor: Abelardo A. Leal Leal.   Escritos Varios.  Primera Edición. Universidad Autónoma de Nuevo León. 1986.

 

Compilador: Ariel Núñez Charles.        24/02/2023.