20/Apr/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Junio 13 de 1817: Es hecho prisionero el ilustre regiomontano fray Servando Teresa de Mier, al caer en manos de los realistas el fuerte de Soto la Marina, en Nuevo Santander, hoy Tamaulipas, en donde se encontraba en la lucha por la independencia nacional. El Padre Mier formaba parte de la expedición libertaria encabezada por el guerrillero español Francisco Xavier Mina –cuyo nombre real es motivo de controversias-, que había llegado a México el 21 de abril para incorporarse a la lucha de libertad nacional. Mier es llevado a la cárcel de la Inquisición de México en donde estuvo recluido tres largos años, tiempo que aprovechó para escribir Apología y Relación de lo Ocurrido en Europa hasta octubre de 1805, texto conocido después como Memorias, y su continuación, como Manifiesto Apologético.

En la cárcel de San Juan de Ulúa continúa con su tarea literaria redactando obras como Cuestión Política: ¿Puede ser libre la Nueva España?, y además Idea de la Constitución. En el camino de La Habana a España, como solía hacerlo, se fugó yéndose a Filadelfia, donde continuó escribiendo textos que hoy son clásicos e históricos y declarándose partidario de un gobierno republicano, contrario al imperialista como el que en esos momentos tenía nuestro país. A su regreso a México, fue diputado por Nuevo León al Congreso Constituyente, siendo encarcelado de nuevo y posteriormente liberado. Sus aportaciones a la filosofía, literatura y a la política nacional son invaluables y así se le reconoce en todas partes. La vida del Padre Mier es novelesca y rica en anécdotas hasta después de muerto, pues se cuentan historietas y leyendas de sus restos momificados.