18/May/2024
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Poesía cocinada con chilaquiles y catsup

Con motivo de la presentación del libro "Sorjuanas en inglés. Poesía chicana femenina", el poeta, editor y periodista Arnulfo Vigil respondió una serie de cuestionamientos sobre el estado en que se encuentra la poesía reconocida como chicana.

 

Escribir sobre escritores chicanos es una asignatura pendiente de los estudiosos de la literatura mexicana, según el poeta y editor Arnulfo Vigil, quien ha pulido una joya enigmática: Sorjuanas en inglés. Poesía chicana femenina, editado por la Casa Universitaria del Libro UANL.

 Seres marginados, los escritores chicanos son ignorados en los Estados Unidos y desconocidos en México, por lo que Vigil se dio a la tarea de analizar los elementos que constituyen la poesía chicana, con énfasis en la femenina, abarcando una serie de temáticas sobresalientes entre las publicaciones.

 

 

 

Vigil, quien por más de tres décadas se ha mantenido al frente de la editorial Oficio y ha sido galardonado con el Premio a las Artes UANL 2022, habló de la importancia de la investigación artística, así como de la clarividencia que otorga la poesía a los ciudadanos.

 

¿Cuál es la pertinencia de esta investigación literaria?

 

“Escribir sobre escritores chicanos más que pertinencia es una asignatura pendiente que tenemos los escritores mexicanos, en particular los del norte, nosotros. Estamos tan cerca y a la vez tan lejos de ellos. Doble fatalidad para los chicanos: en México no los conocen y en Estados Unidos los ignoran.

 “Y en eso precisamente radica su valor, no sólo estético sino social. De ahí que los y las poetas chicanos estén politizados en sus escritos. Quizá en esto resida la mirada cerrada de los poetas mexicanos: le tienen pavor a la poesía política. Dicen: están muy ideologizados. Lo grave es que lo expresan desde una posición ideológica. Quizá lo pertinente es señalar esas cuestiones.

 

 

 “Y de eso se trata Sorjuanas en inglés. Además, claro, hablar de lo que no se habla. Los suplementos culturales, las revistas, la actividad editorial están mudas al respecto. Oficio, en sus 32 años de existencia, es la única revista en México –de las pocas que quedan impresas– que publica literatura, además de estudios y ensayos sociales y culturales chicanos en sus páginas", Poeta y editor

 

 El trabajo tiene una línea entre antología y estudio / crítica literaria, ¿de qué se constituye?

 

“Más que una antología, Sorjuanas en inglés es un ensayo en torno a la poesía chicana, con énfasis en las poetas, con algunos ejemplos de sus obras. Hay un contexto histórico de la literatura chicana para ubicar su trabajo. Y se reúne a las poetas de las generaciones de los cuarenta, cincuenta, del siglo pasado, que hoy tendrán alrededor de setenta años, es decir, a las poetas precursoras.

 

 

 

 “En el libro se analizan los elementos que constituyen su poesía: la búsqueda de la identidad (¿soy mexicana o americana?), la presencia del México prehispánico con sus figuras y leyendas, Guadalupe, la Malinche, la bruja, la comadre, la abuela, el pensamiento mágico, hasta las soldaderas y otras figuras de la Revolución Mexicana. Esos elementos les brindan fuerza a las poetas (y en general a las mujeres) chicanas en medio del imperio que las excluye.

 “De ahí que la escritura de poemas en inglés y español, el spanglish, sea una forma de resistencia ante el dominio del idioma inglés. La poesía de las chicanas es un obelisco distante de la literatura norteamericana y de la mexicana. No es norteamericana, no es mexicana, es chicana. La nueva nación. Poesía cocinada con chilaquiles y catsup”.         

 

¿Una historia de la mujer chicana revisada desde la poesía?

 

“Para injertar lo abstracto en lo concreto hago no una exégesis ni una hermenéutica sino una planchada a la obra de seis poetas hoy clásicas, de las cuales se incluyen mínimo tres poemas para peinar su obra.

 “Estas poetas coinciden en su visión sobre el país de sus antepasados, conscientes de que son quizá las primeras mexicanas norteamericanas. Ellas tuvieron que aprender el inglés porque en sus casas hablaban español. Y si coinciden no son iguales. La diferencia estriba en el estilo, los recursos, las formas, la prosodia, que les da cada una a sus poemas.

 “Son también las poetas, si no primeras, las segundas en cursar estudios superiores en las universidades más prestigiadas de Estados Unidos. Y quizá sin saber o sabiéndolo, proceden, de una manera u otra, de mujeres empoderadas de principios de siglo que fundaron periódicos, escribieron, lucharon contra la discriminación, hicieron esfuerzos para tener mejores condiciones de salud y educación, además de económicas, para sus paisanos. Una lucha honorable dentro del núcleo del imperio”.

 

Al investigar sobre este pasado, ¿cuál es el presente de la poesía chicana?

 

 “El tiempo vuela. No tiene alas, pero vuela. Y hoy las nuevas generaciones de poetas chicanos, de los setenta y ochenta, traen otras canicas en su morral. Para empezar, han perdido sus nexos familiares con México. Nacieron en Estados Unidos y ahí han vivido siempre. Nacieron hablando inglés, en términos prácticos, puesto que sus padres hablan en inglés. Y escribir en inglés para ellos es lo más natural. El español es un idioma extraño.

 “Y por lo mismo, sus poetas preferidos ya no son los mexicanos, como sucedía en las generaciones anteriores, sino los norteamericanos, de Robert Frost a Ezra Pound, de William Carlos Williams a Robert Duncan, de Allen Ginsberg a Bob Dylan. Eso se refleja en sus textos, más apegados a las formas clásicas de la poesía que a la espontaneidad y la lírica de sus antecesores. Y ya no hay spanglish. Nombres como John Ochoa, Edward Vidaurre, Daniel García Ordaz, Amalia Ortiz responden a esta nueva ola. Tendrán nombres de origen mexicano, pero son norteamericanos, en su vida y su poesía.

 

 

 

 “Actualmente me encuentro estudiando este periodo y estos poetas jóvenes, que distan mucho de los poetas señeros. Han quedado atrás la búsqueda de la identidad, los dioses y mitos prehispánicos, los sahumerios y las enchiladas, el bilingüismo.

 

 “Si los poetas de endenantes vibraban con el huapango y los sones, los poetas de hoy cantan a ritmo del hip hop, del rap, del pop eléctrico, del rock rebajado. Y si antes los ídolos populares eran Pedro Infante, Agustín Lara y María Félix, hoy son Eminem, Justine Stone, Arctic Monkeys. La poesía chicana es norteamericana. En México debe leerse así, como se lee a los escritores norteamericanos".