28/Apr/2024
Editoriales

Espectáculos y diversiones en Monterrey. Los juegos de azar. Primera parte

 

Ahora veremos tres de las diversiones populares que desde antiguo se practicaban en la Ciudad: Las carreras de caballos, las peleas de gallos y los juegos de azar, actividades lúdicas que conllevan apuestas de valores económicos. Porque pueden generar adicción y ser un peligro para la economía familiar, fueron estrictamente reglamentadas, algunas veces prohibidas, casi siempre legalizadas y sujetas a una rigurosa reglamentación oficial.  

 

LOS DADOS, LOS NAIPES Y OTROS JUEGOS DE AZAR.

 

Las Leyes de Indias (Libro Séptimo, Título Segundo. De los juegos y los jugadores) prohibían los juegos de azar cuando se apostaran cantidades mayores, y en su caso, establecían el cobro de impuestos : 

 

‘Ordenamos, y mandamos a nuestras audiencias, y justicias (alcaldes) de las indias, que con mucho cuidado prohíban, y defiendan, imponiendo graves penas, los grandes, y excesivos juegos, que hay en aquellas provincias, y que ninguno juegue con los dados, aunque sea a las tablas, ni los tenga en su poder: y que así mismo nadie juegue a naipes, ni a otro juego más de diez pesos de oro en un día natural de veinte y cuatro horas, con que no se pase de esta cantidad el mayor exceso y esto atenta la calidad y hacienda de los jugadores: y con los demás se guarden las leyes de estos reinos de Castilla; y si en contravención de los susodicho jugaren mas cantidad en el tiempo referido, procedan contra sus personas y bienes, ejecutando las penas en que incurrieren. Y declaramos que las pecuniarias impuestas a los jugadores por leyes y pragmáticas de estos reinos de Castilla, sean en las indias al cuatro tanto’. 

 

El juego de dados estaba absolutamente prohibido -era pecaminoso- pues con dados, dice la tradición, se jugaron los mantos -ropa del Señor Jesucristo- en el Evangelio de San Juan: 

 

23 Después que los soldados crucificaron a Jesús, tomaron sus vestiduras y las dividieron en cuatro partes, una para cada uno. Tomaron también la túnica, y como no tenía costura, porque estaba hecha de una sola pieza de arriba abajo, 

24 se dijeron entre sí: «No la rompamos. Vamos a sortearla, para ver a quién le toca.» Así se cumplió la Escritura que dice: Se repartieron mis vestiduras y sortearon mi túnica. Esto fue lo que hicieron los soldados. 

 

Los naipes debían ser muy restringidos porque además de los motivos expuestos para su prohibición, había excesos y corrupción. Pululaban impresiones de cartas tramposas y, para evitar la violencia entre los jugadores, la corona monopolizó su impresión. Veamos este bando del virrey de Croix en 1765, insistiendo a los alcaldes en minimizar los permisos de juegos de naipes, y que sólo se utilicen barajas impresas por la “Real Fábrica y Estampa de Naipes”: 

 

“Bandos, Don Carlos Francisco de Croíx, haviendo defde el día dos de diciembre del año pafado de mil fetecientos fefenta y cinco, pueftofe en Administracion de quenta de S. M. la Real Fabrica, y Eftampa de Naypes, y con mi Acuerdo formado el Iltmo. Señor Vifitados las Ordenanzas correfpondientes, en las que fe contienen las prohibiciones, y penas cuyo thenor es confiderando tambien, los abufos que fe han experimentado hafta aqui, en vender las jufticias vergonozofamente Licencias de mantener juegos publicos en Plazas, o Cafas particulares, y arrendarlos en las funciones públicas de los Lugares de fu jurifdicción. (sic) en la parte posterior un escrito que dice. Vando sobre juegos promulgado en dicho mes. El Marqués de Croíx.” 

 

Tan solo unos años después se recrudecía la prohibición desde Madrid: 

 

Bando de Don Matías de Gálvez, en el cual dice de la Prohibición de los Juegos de Albures, Banca, Quince, Veinte y una, y Treinta y una embinadas, Cacho, Flor u otros de Naypes, como quiera que se nombren, siendo de embite o suerte y los del Biribis, Oca, Dados, Taba, Tablas, Bolillo o semejantes de suerte y azar. Por mandado de S. Excá. Joseph de Gorrea 

 

No se prohibía el juego de naipes, pero debería reservarse para la familia y amigos, sin cruzar apuestas de forma pública. 

 

Los juegos de azar en Nuevo León después de la Independencia

Al llegar la independencia, la fabricación de naipes pasó a ser materia federal y en nuestro estado, un agente federal cobraba los impuestos generados por el tabaco, papel sellado -si un ciudadano deseaba presentar un juicio o trámite ante la federación debía comprar papel sellado-, y naipes. Este siguiente documento era una especie de pequeña ley que se dispensaba al administrador federal de ciertos servicios obligatorios -como servicio electoral, municipal, militar-: 

 

“Decreto Número 122, enviado por el ciudadano Manuel Gomez, gobernador del Estado libre de Nuevo Leon, al Acalde Primero, comunica que Se ha propuesto al congreso un proyecto de ley del tenor siguiente. 1o. Se ecsonera al administrador general de los ramos de tabaco, papel sellado, y naypes... Firmas de Manuel Gomes y Pedro del Valle, Secretario.” 

 

El mismo gobierno revendía naipes

Era tal el celo para impedir la falsificación o contrabando de naipes, que el gobierno del estado compraba naipes para revenderlos en el Estado: 

 

“En la Ciudad de Monterrey en catorce de Junio de mil ochocientos veinte y cinco reunidos en cabildo ordinario de este dia los Ciudadanos Julian de Arrece Presidente, Rafael Sanchez Alcalde 2o., los Regidores Juan Jose Martinez, Antonio Chavez, Ramon Treviño, Felix Taboada, Camilo Gutierrez, José Angel Zambrano, José Antonio Garza Saldivar y los Sindicos Procuradores Pedro Gonzalez y Mateo corriente fueron aprobadas. En seguida presento el Señor Presidente para que se le diere lectura los oficios siguientes 1o. del Exelentisimo Señor Gobernador del estado sobre el modo de hacer provicion de Naypes para que se expendan en cuenta del Estado siendo del cuidado del Gobierno y demas autoridades impedir el contrabando sobre la materia” 

 

Sin embargo, pese a la prohibición, se daban permisos en fiestas públicas, ferias, y otros eventos con juegos de azar: 

 

Sesion estraordinaria del 26 de Agosto de 1835. Presentada en ella y leida la iniciativa formada por el Señor Sada sobre el aumento del privilegio por tres años años consecutivos de escusion de derechos en la feria fue aprobada y mandada remitir al Gobierno para que con su informe la remita de preferencia al H. Congreso. Dada lectura á otra iniciativa presentada por el Sr. Garcia sobre  permision de juegos de naypes en la feria se estimó conveniente valorise al Sr. Sepulveda para su redaccion. Se leyó y Paso al Gobierno para resolucion la renuncia del Sr. Gomes D. Pedro. Por ultimo se autorizó á la comision encargada del local de establecimiento que á la ves que el Sr. Ugartechea ha mandado por su familia se avoque con el que corre con ella ofreciendo su recomposicion gratis y tomarla en renta por cuenta de los fondos publicos para ese objeto. Con lo que se levantó la sesion. Firmas. 

 

Recaudando el impuesto por juegos de azar, empezó la dictadura de Santa Anna

En esta acta de Cabildo se autoriza que la cobranza de impuestos por jugadas de naipes la realicen los prefectos y envíen al gobierno nacional junto con los demás ingresos del Estado; este es uno de los actos con los que empezó a sentirse la dictadura de Antonio López de Santa Anna: 

 

“Sesión ordinaria del 6 de Junio de 1953. Leida y aprobada la acta anterior, se dió cuenta con lo siguiente. El organo oficial número 27: una Circular del Gobierno General en que se dispone presencien y autorizen los recuentos de rentas de naipes los Prefectos ó autoridades 1as. y un decreto del mismo Gobierno por lo cual se mandan centralizar todas las rentas del Estado que en union de lo demas se mandó al archivo” 

 

En 1878 un reglamento de policía prohibía los naipes dentro de la cárcel

 

Sesion ordinaria del 8 de Julio de 1878. Presidencia del C. Hipólito Gutierrez … asistencia de los CC. García, Garza Martinez, Barreda, Ochoa, R. Gonzalez, Doctor García Garza, Lozano, Garza (Y), Garza Cantú y Garza (A), se les dió cuenta con lo siguiente… Artículo 55. El resguardo de la cárcel estar encomendado doce agentes de policía, los cuales pondrá el C. Jefe de ésta disposicion del Alcalde relevandolos cada veinticuatro horas. De Cárcel Artículo 1o. El Alcaide gozara de un sueldo anual de seiscientos pesos el cual podrá modificarse juicio del Ayuntamiento. Sus obligaciones son las siguientes;… 5a. No permitirá por motivo alguno que la prisión se introduzcan naipes, bebidas embriagantes, armas, reatas u otros instrumentos, con los que los presos puedan ofenderse o procurar su evasion. 

 

Hasta finales del siglo XX dominaba la baraja española, aquella del vasto, espada, moneda y copa; pero fue introduciéndose la baraja inglesa, la de corazones y diamantes rojos, y espadas y corazones negros. El juego siguió en Monterrey entre la legalidad y la ilegalidad. Se cruzaban apuestas ilegalmente en cantinas, fiestas, y casas; mientras sólo en las festividades públicas se apostaba legalmente.

 

El Casino de Raya

En Nuevo León no existían formalmente las casas de juegos hasta que llegó a gobernar Bernardo Reyes. Postulando una modernización de la sociedad se permitió la instalación de casinos para todas las clases sociales. En ellos había juegos de cartas, dados y ruletas al estilo americano, siendo un gran negocio. Los casinos para trabajadores se ubicaban en jacalones cerca de las fábricas, y los de la gente acomodada en el centro de la Ciudad, junto a hoteles y teatros, para que los visitantes también pudieran apostar.

 

Sin embargo, el abuso alcanzó niveles monstruosos contra la clase trabajadora al llegar la figura de “El Casino de Raya”, equivalente a las tiendas de raya. En esos casinos los trabajadores bebían y apostaban a cargo “de la raya”, o sueldo, y si les pagaban con fichas o vales con eso podían apostar.

 

Ya era el colmo; lo consumido y jugado podía crear una deuda infinita, que esclavizó durante el porfiriato a cuando menos un par de generaciones de trabajadores. 

 

Los impuestos del juego posibilitaron la construcción del Palacio de Gobierno

El 4 de abril 1895 inició a construirse el actual Palacio de Gobierno. Como es fácil de imaginar, al gobierno le faltaban -desde el principio- recursos para edificar una obra de tal envergadura. Así que para el presupuesto de ingresos del año 1896 que se presentó en diciembre de 1895, el gobernador incluyó, y así se aprobó, un impuesto especial sobre el juego para aplicarse a la magna obra. Y cada año subsecuente fue igual, por lo que este recurso extra fue determinante para que el soberbio Palacio de Gobierno pudiera inaugurarse en 1908. 

  

Al triunfo de la Revolución, se acabaron las Tiendas y los Casinos de Raya

En la época posrevolucionaria dejaron de existir los nefastos negocios de tiendas y casinos de raya, limitándose el juego de nuevo a las ferias. Álvaro Obregón prohibió los juegos de azar e intentó prohibir el alcohol, aunque esto último ya no le funcionó, en 1947 una nueva Ley de Juegos y Sorteos ratificó la prohibición de juegos de azar. 

 

Las loterías en Monterrey

 

Entre los años ochenta y noventa del Siglo XX se puso de moda jugar a la lotería mexicana. Era común que los miembros de una familia se pasaran la tarde juntos jugando a la Lotería, con apuestas simbólicas. Pero esa costumbre fue creciendo en los barrios hasta que se multiplicaron y se organizaban grandes jugadas de lotería en bodegas, convirtiéndose en todo un negocio del que vivían muchas personas.

 

Las loterías siempre han existido en kermeses, mercaditos y hasta en campañas políticas. Pero se daban“detallitos” como premios o, a lo mucho, algunas despensas. Y estas nuevas loterías ya eran más formales pues los premios eran en efectivo. Llegaron al grado de no ser clandestinas, pues hasta en centros comerciales de los llamados Pulgas, se infringía la norma legal sin disimular, y las asistentes eran sobre todo mujeres. 

 

Como eran ilegales y la ley era federal, la delegación de la PGR realizaba algunas redadas sin detener a las señoras, señoritas y personas de todas las edades que acudían a jugar a la lotería con la esperanza de ganar dinero y divertirse. 

 

Llegaron los Casinos a Monterrey, y desaparecieron las loterías clandestinas.

 

La Secretaría de Gobernación de 2000 a 2006 otorgó permisos para establecer "centros remotos de apuestas con sala de sorteos", que no violaban la ley de Juegos y Sorteos, porque en esos establecimientos no se apostaba, sólo se prestaba el servicio de apostar en lugares (fuera del país) como Las Vegas, Atlantic City. Allá se realizaba el booking -cruce de apuestas-, y de allá enviaban los premios a los ganadores. 

 

En la sala de sorteos se rifaban, mediante bingo (suerte de lotería norteamericana, ruleta u otros juegos de azar), licuadoras y televisiones. Pronto esas áreas se llenaron de máquinas tragamonedas que pagaban con bonos canjeables por premios o por dinero, para luego hacerlo abiertamente con dinero. 

 
El exótico concepto de "centro remoto de apuestas con sala de sorteos" era tan novedoso y sorprendente que no existía en ningún catálogo de usos de suelo, y abría la posibilidad a diversos amparos y varios jueces federales ampararon este tipo de negocios, abiertamente casinos de juego, que enfermaron de ludopatía a muchos regiomontanos. Alcanzó a haber 40 casinos en la Ciudad.

  

Hasta que el 25 de agosto de 2011 hubo una tragedia. Un grupo delincuencial incendió el casino Royale, ubicado por la avenida San Jerónimo muriendo 32 personas, en una de las más grandes matanzas en la historia de la Ciudad. 

 

 

PELEAS DE GALLOS 

 

Las peleas de gallos se realizan desde tiempos inmemoriales en La India y en Roma. El gran navegante y explorador Fernando de Magallanes, en su circunvalación al mundo, atestiguó una pelea de gallos en las Filipinas pre hispánicas. 

 

Para las aburridas jornadas de trabajo en nuestra tierra, los colonos españoles trajeron como paliativo los gallos de pelea. Como los machos son finos, sirven también como sementales de corral, es decir, de utilidad doble: para la subsistencia y para la diversión. Criar gallos de pelea era buen hobby; no sólo era alimentarlos, sino también azuzarlos y entrenarlos para el combate utilizando “plumeros”. Su pérdida en combate causaba un doble perjuicio: en el corral y en la pérdida del ave misma.

 

Así como el Ayuntamiento controlaba los juegos de azar, las peleas de gallos también estaban a su cargo. Era uno de sus pocos ingresos extraordinarios, y se autorizaban en las fiestas patronales, juras de un nuevo rey, cumpleaños del rey, la reina, o los príncipes. En casos especiales algunos particulares recibían autorización pero debían armar ruedos con tablados para los asistentes y pagar impuestos por las apuestas. 

 

La otra fórmula aceptada para la organización de las peleas de gallos era subastar la concesión, y que el ganador de la subasta pagara una cantidad prefijada, lloviera o no, hubiera ganancias o no, motín, violencia, y todas esas cosas que nos sucedían en el Siglo XIX: 

 

En la ciudad de Monterrey a diez y ocho de Julio de mil ochocientos veinte y cinco reunidos en Cabildo ordinario este día los Ciudadanos Juan Jose Martinez Presidente los Regidores Antonio Chávez, Ramón Trebiño, Camilo Gutierrez, Felix Taboada, Jose Angel Zambrano, Jose Antonio de la Garza y Jose María de la Peña, y Síndicos Procuradores Pedro Gonzalez y Mateo Quiroz… Se leyó el dictamen de la comisión encargada del asiento de gallos en que dice conviene que halla la tal diversion y que esta se remate en el mejor postor en vista de lo qual esta corporacion entrando en votacion acordo por mayoria de votos que haya otra plaza de gallos y le conteste al gobierno sobre la materia. El sindico menos antiguo expuso se nombre una comision para que se encargue del remate de Plaza de Gallos… cuyo plan conqluido y aprobado por una Corporacion pase al conocimiento y aprobacion al Gobierno y entrando en votacion salió electo el Ciudadano Regidor Jose Angel Zambrano. 

 

En 1833 seguía siendo el mismo sistema.

 

… 14 de Enero de 1833. los señores Llano Presidente, Regidores Tames, Salinas, Treviño, Morales, Guajardo, Lozano (Don Jasinto) Garcia Davila, (D. J. M.) Lozano, (D. R.), Parra, Zepulveda y el Sindico Procurador mas antiguo leida y aprovada la acta se dio cuenta con los asuntos siguientes. Un dictamen… sobre concesion de plaza de Gallos al C. Antonio Davila por el tiempo que le pide y se le asignaron 80 pesos por dicho tiempo.  

 

Las peleas de gallos eran en la Plaza Hidalgo

En el siglo XIX se acostumbraba que las peleas de Gallos fueran en la Plaza de la Carne, hoy Plaza Hidalgo o en la Plaza de la Purísima o de los Arrieros. 

 

Para celebrar peleas de gallos, no existía la intervención norteamericana

Había tanta afición a esos espectáculos, que durante la ocupación norteamericana -recordemos que el ejército americano salió de la ciudad el 18 de junio de 1848- también hubo peleas de gallos, aquí vemos que un tal sargento Vargas pedía la concesión: 

 

Sesión del 29 de Mayo de 1848. Presidencia del Señor Licenciado Martínez D. Domingo. Leída y aprobada la acta anterior se dió cuenta con lo siguiente… se paso también para informe una solicitud del Sargento Vargas pidiendo se le permita poner por su cuenta un Palenque de Gallos, sugetandose á la pensión que se le imponga. 

 

Cuando las circunstancias económicas apremiaban y para algún remate de Palenque de gallos no había postores, se repetía el remate, bajándole el precio.

 

Sesion ordinaria del 21 de Noviembre de 1853. Leida y aprobada la acta anterior se dió cuenta con lo siguiente... Dado conocimiento á la Corporación por la comision respectiva de no haber tenido efecto el 20 del corriente el remate del palenque de gallos, por ser la base de 40 pesos subida, se facultó á dicha comision para hacerlo el procsimo 27 del actual hasta en 36 pesos anuales. 

 

Se crearon nuevos impuestos federales para los palenques

Las peleas de gallos adquirieron bastante prestigio en el porfiriato y venían a la Ciudad de otras entidades galleros con sus gallos, por lo que se creó un nuevo impuesto federal: 

 

16 de Marzo de 1891. Presidencia del C. Dr. Sepulveda… el impuesto de Palenque de gallos, fue rematado en la persona del Sr. Francisco Antonio Tamez por la cantidad anual de $230.00, mas la contribución federal. 

 

En los debates del congreso Constituyente de 1916-1917 del que surge nuestra Constitución se vio por primera vez la posibilidad de prohibir tanto la tauromaquia como la pelea de gallos, no pudo incorporarse al texto constitucional, pero estaba dentro de los ideales más radicales de la Revolución, como vemos en esta acta de 1928, no se adjudicó el palenque de gallos. 

 

… 21 de Febrero de 1928.- C. Presidente Municipal Señor Jesús M. Salinas Jr. y los C.C. Regidores Guillermo Morales, Profesor Rodolfo Z. Gonz lez, Carlos Treviño Luis Cavazos, Emeterio Vega, Victoriano del Bosque, Francisco B. Mora, Juan B. Estrada Mauricio Gonz lez y Paulino Benavides… (solicitud) Del Señor Eduardo Garza… que ha terminado el contrato que celebrara éste Municipio con el Señor Guadalupe Martínez sobre el palenque de gallos, pide que se le conceda a él la explotación de éste ramo …. El C. Alcalde manifiesta que hay dos solicitudes sobre éste mismo asunto, la con que se acaba de dar cuenta y la del Señor Guadalupe Martínez quién tenía desde hace un año el Ramo de que se trata.- El C. Regidor Guillermo Morales manifiesta que no le parece que la persona del Señor Garza maneje éste negocio… el C. Regidor Mauricio González propone que a ninguno de los dos solicitantes se les de la autorización que piden porque… el llamado palenque de gallos no es más que un centro de inmoralidad y de embriaguez de tal manera que si el Ayuntamiento actual tiene el propósito de llevar adelante sus sanos principios de moralidad, secundando de esta manera la política general del País debe de clausurar ese centro para retirar de él el vicio y el juego ya que por otra parte resulta vergonzoso para la Ciudad, por lo que concluye proponiendo que no se dé permiso a nadie. 

 

El Palenque de Monterrey que se celebraba en las Plazas de Toros comenzó a decaer, hasta que en 1944 la Expo Feria de Guadalupe comenzó a destacar con su palenque. Hoy día no debe haber peleas de gallos en Monterrey y si las hay, son clandestinas. 

 

CARRERAS DE CABALLOS 

 

Los escasos caballos eran un verdadero tesoro en el Monterrey colonial. Teóricamente sólo españoles podían tenerlos, pues su utilidad en la guerra contra los indígenas era enorme, y por lo mismo poco se les arriesgaba en carreras. 

 

En 1804 el gobernador Simón de Herrera y Leyva, prohibía hacer carreras y travesuras a caballo en la ciudad: 

 

Don Simón de Herrera Leiba, Coronel de Infantería, Gobernador, Político y Militar de este Nuevo Reyno de León, Comandante del Cuerpo de su Milicia y Subdelegado de Hacienda y Guerra. Por cuanto en las festividades de los días de San Juan Bautista, el de los Apóstoles San Pedro y San Pablo, el de Sr. Santiago y el de Señora Santa Ana, son días que por costumbre se dedican los mas de los moradores de esta ciudad a pasearse a caballo, y que es evidente de que mando de esta dirección inmoderadamente con carreras por las calles, travezuras [sic] descomparadas, y a horas irregulares, pueda resultar un grave daño, o por lo menos perjuicio a otros vecinos, por tanto mando que en los cuatro días de correr, todo aquel que monte a caballo, use del pareo moderadamente sin dar carreras, ni vozerias, hasta la hora que se toque la oración de la noche. Firma: Simón de Herrera, José Francisco de Arriaga, José Sixto Escobedo 

 

Durante la primera parte de nuestra vida independiente también fueron muy preciados los caballos y durante la guerra de Texas 1836-1846, muchos de ellos fueron decomisados y perdidos en las numerosas batallas: 

 

A ciencia cierta sólo sabemos que para 1858 existía en el municipio un “ramo de diversión de carreras” 

 

Hoy se le a concedido licencia para hacer carreras en esta jurisdicción con la pensión semanal de dos pesos a Victoriano Villarreal, lo que digo a ud. para que le haga dicho cobro a su vez, fecha 16 de Feb. de 1859 

 

CORRESPONDENCIA Y RECIBOS DE MULTAS DE LA TESORERÍA MUNICIPAL DE LA CIUDAD DE MONTERREY HABIDA EN EL MES DE JUNIO DE 1859… 15.- Informa el juzgado 1° a la tesorería haber dado de baja el ramo de diversion de carreras a Don Victorino Villarreal. 13 de Junio de 1859. 

 

En 1887 regularmente se cobraban permisos para carreras de caballos. 

 

RECIBOS DE LA TESORERÍA MUNICIPAL DEL MES DE JULIO DE 1887.

Carpeta de los recibos de multas impuestas por el Sr. Alcalde y licencias concedidas en todo el mes por los siguientes conceptos: Multas por faltas a la autoridad, ebrios, infracción de policía y riña, Licencias por bailes , serenatas y carreras de caballos. Firma José M. Elizondo 

 

Para el año de 1937, con las  leyes federales de juegos y sorteos, los impuestos se incrementaron, acabando con las carreras de caballos en nuestra Ciudad, y se trasladaron a municipios vecinos como Zuazua, e Higueras. 

 

5. C. Coronel de Cab. Ignacio A. Richkardy Ávila. Se le anticipa el permiso correspondiente por parte de la secretaria de Hacienda y Crédito Público, para efectuar las carreras de caballos. Atte. El Presidente Municipal, el Coronel Leopoldo Treviño Garza, y el Secretario el Prof. Timoteo l. Hernández. 

 

 

LAS PELEAS DE PERROS 

 

El perro es una de las maravillas de la creación. De cuatro razas naturales con las que los homínidos empezaron a interactuar en el paleolítico medio (150,000- 40,000 años del presente) por medio de cruzas programáticas se han logrado las miles de razas que hoy existen. 

 

Aunque hoy día se les de lugar sólo como adorno, los Perros Salchicha o los de Chihuahua, fueron diseñados para capturar ratones u otras plagas en los rincones de las bodegas, por ejemplo. Los pastores alemanes, belgas, francos para pastorear; hasta perros de guerra como el doberman de los alemanes, y el dingo de los australianos. 

 

Los hombres siempre han enfrentado a las bestias entre sí, y los perros no han sido la excepción. En nuestra Ciudad hubo cierto auge de peleas de perros clandestinas, durante la década de los años sesenta y setenta del siglo pasado. Por ser sangrientas, muchas personas las catalogan de repugnantes, y tal vez por eso nunca se legalizaron ni hubo alguna organización formal, es decir no se cobraba impuestos por ellos. Desaparecieron durante la explosión de inseguridad porque uno de los grupos criminales empezó a lucrar con las apuestas en las peleas de perros, y el público dejó de asistir. Así que desde septiembre de 2016, la Ley de Protección Animal prohíbe terminantemente las peleas de perros. 

 

En lo general, estas diversiones populares excitan las pasiones y, acompañadas de la codicia, más estimulantes como el alcohol y el ambiente competitivo, se propiciaron no pocos incidentes violentos en la Ciudad.

     

 

FUENTES 

 

ARCHIVO HISTÓRICO DE MONTERREY 

COLECCIONES 

Bandos volumen 5, expediente 2 

Impresos II volumen 17, expediente 7 

Actas de Cabildo: 14 de junio de 1825; 26 de agosto de 1835; 8 de julio de 1878, 18 de julio de 1825, 14 de enero de 1833, 29 de mayo de 1848, 16 de marzo de 1891. 

Correspondencia, volumen 42 expediente 2; 42 volumen,  expediente 5. 

Congreso del Estado de Nuevo León.  

Leyes de Indias.