Agencias globales, especuladores financieros o consorcios de tecnología que a través de las redes sociales imponen una agenda o interfieren en procesos electorales son los fantasmas de las democracias modernas.

 Y democracias que no deberían ser directas sino más bien representativas.

 Esto es lo que expuso el doctor Francisco Balaguer Callejón, catedrático constitucionalista tanto en la Universidad de Granada, España, como en la Comunidad Europea.

 Con su conferencia magistral “La crisis de la democracia en el contexto de la globalización”, él inauguró el IX Congreso Nacional de Derecho Constitucional celebrado el 6 y 7 de febrero y organizado por la Facultad de Derecho y Criminología (FacDyC).

Pedro Salazar Ugarte, director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM (IIJ), fue el encargado del protocolo de inauguración de la reunión que convocó a especialistas de España, Argentina, Colombia y otros estados del país.

La debilidad del Estado

Además del IIJ, el Congreso fue organizado por la Facultad de Derecho y Criminología de la UANL y por la delegación mexicana del Instituto Iberoamericano de Derecho Constitucional. La Biblioteca “Raúl Rangel Frías” fue la sede principal.

  “Hay una creciente debilidad del Estado frente a agencias globales en el terreno económico, pueden ser especuladores financieros o agentes globales políticos que intervienen las redes sociales en procesos electorales”, dijo el constitucionalista en entrevista con Punto U.

Respuestas a la crisis del constitucionalismo

Balaguer, quien ha dirigido más de 40 congresos sobre derecho constitucional e impartido más de 500 conferencias y ponencias en doce países, aceptó que existe una gran crisis del constitucionalismo y en un congreso de constitucionalistas tiene que ofrecer respuestas.

“Cada vez que intentamos establecer mecanismos de control nos dicen que son técnicamente inviables, pero luego se descubre que sí son viables y que se trata de una objeción para intentar evitar el control de estas compañías”, arguyó.

Mejorar la democracia representativa

Además, Balaguer considera que mejorando la democracia representativa se pueden establecer medidas de participación incluso mediante el uso de Internet, el cual se ha utilizado para la elaboración de proyectos legislativos o para reformas constitucionales en algunos países.

  “Todo lo que sea el uso de la tecnología congruente con los principios constitucionales es algo muy positivo. Y esa mejora debe ir acompañada de mecanismos de control porque es la única manera de evitar que haya interferencia en los procesos de decisión por parte de agentes externos y de grandes compañías globales”, reiteró.