Espectáculos

Eros Ramazzotti llena de romance la noche más europea de Viña del Mar

Santiago.- Con sus clásicas baladas, el italiano Eros Ramazzotti pisó fuerte en la segunda jornada del icónico festival de la canción de Viña del Mar, en una noche europea que cerrará la española Ana Torroja.

El 'monstruo' de la Quinta Vergara –como se conoce al público que en los últimos 57 años dio vida desde las gradas al evento que alberga Viña del Mar, balneario ubicado a unos 120 kilómetros al oeste de Santiago- se dejó llevar por el romanticismo del artista que volvió al festival después de 18 años.

Clásicos como "Estrella gemela" y "La Cosa más bella" encendieron a un público que se mostró frí­o al principio del show pero que terminó ovacionando al artista, en una noche en la que Ramazzotti cantó la mayorí­a de los temas en español.

En la más de hora y media que duró el espectáculo, el italiano se transformó en tendencia en la red social Twitter donde se acumularon mensajes alabando al cantante y su show, mientras que abajo del escenario sus temas fueron la cortina musical del intercambio de anillos de compromiso entre una pareja de espectadores.

Con gaviotas de plata y oro en sus manos –máximos galardones entregados a los artistas que conquistan al público- bajó del escenario el italiano, que a lo largo de su presentación confesó que "es difí­cil" cantar en español.

La noche proseguirá con un show humorí­stico y el cierre estará a cargo de la española Ana Torroja, exvocalista del grupo Mecano.

El festival –punto brillante en la carrera de grandes de la música iberoamericana como Luis Miguel y Miguel Bosé, entre otros- abrió su 57 gala el lunes con el mexicano Marco Antonio Solí­s.

Mientras que la semana proseguirá con espectáculos del español Alejandro Sanz, el puertorriqueño Don Omar y Lionel Richie, que se presentará apenas dí­as después de ser homenajeado en el Grammy-2016 y que transita una gira que contiene sus grandes éxitos como "Say You, Say me", "Hello" o "Easy".

Considerado uno de los festivales más importantes de Iberoamérica, Viña del Mar intenta mantener vigencia pese a las crí­ticas que en los últimos años apuntan a que el evento se nutre de figuras que forman parte más del pasado que del presente.