02/May/2024
Editoriales

El nudo gordiano de México

Dentro de siete meses elegiremos al nuevo presidente o presidenta de la República, y en la misma jornada se renovará todo el Poder Legislativo Federal, varios congresos estatales y nueve gubernaturas, incluyendo la de Ciudad de México.

 Las condiciones imperantes en el país son realmente difíciles en casi todos los rubros, pues lideramos el mundo en materia de inseguridad, los vitales sistemas de salud y educación están muy deteriorados, la lenta movilidad en las ciudades encarece las mercancías y causa graves pérdidas económicas, la contaminación ambiental en muchas entidades es realmente grave, la deuda pública está creciendo en forma alarmante, y la cohesión social está a punto de romperse, más otros problemas que heredará la siguiente administración federal. Las nuevas autoridades tendrán ante sí un nudo gordiano muy difícil de desatar. 

 Esta es una forma de describir el desafío político que se tendrá entre los años 2024 y 2030. 

 Es lugar común denominarlo como nudo gordiano en alusión a la antigua leyenda griega del rey de Frigia, llamado Gordias, aquél que ofrendó su carro a Zeus en agradecimiento por haberle concedido el trono. 

 Bien, pues ese carro obsequiado al dios mencionado, mientras iba a recogerlo, se guardó en la fortaleza de la ciudad, atado con una cuerda que tenía un nudo tan complicado al grado de que nadie podía desatarlo.

 Se corrió la voz por todo el mundo de que quien pudiese desatarlo sería emperador de Asia por lo que muchos hombres valerosos intentaron hacerlo, pero ninguno podía.

 Así estuvo por largos años hasta que Alejandro, el joven hijo de Filipo de Macedonia -Alejandro Magno- llegó a Frigia. 

 De inmediato se enteró del desafío con el nudo gordiano y, siendo un conquistador nato, se le acercó, desenfundó su espada y lo cortó de un solo golpe.

 

 Esperemos que para desatar este nudo gordiano que tiene maniatado al país, quien lo presida tenga capacidad para desatarlo sin necesidad de utilizar su espada.