Octubre 09 de 1829: Revoca el Congreso del Estado de México la licencia al gobernador Constitucional Lorenzo de Zavala, quien se desempeñaba como ministro de hacienda del presidente Vicente Guerrero. Era obvio que se trataba de una jugada política de altos vuelos, pues esa decisión había sido precedida de una campaña periodística muy fuerte en su contra y no le quedó más remedio a Zavala que renunciar a tan importante cargo federal, entregando el ministerio de Hacienda a José María Bocanegra. Pero una vez que renunció, regresó a Toluca para reasumir su gubernatura y la Legislatura local le negó en sesión del 15 de octubre su autorización de regresar a la primera magistratura estatal. Al ver este resultado, Vicente Guerrero lo comisionó (a Zavala) para que el 20 de noviembre se presentara en Yucatán a poner orden pues había una rebelión de “un puñado de militares” subversivos, según declaró el Presidente. Sin embargo, Zavala no pudo controlar el levantamiento informando a Guerrero que se trataba de una estrategia más grande, con tintes nacionales. Lorenzo de Zavala había sido el ejecutor del Motín de la Acordada con el que se cayó de la Presidencia de la República Manuel Gómez Pedraza. Y en cuanto a los problemas que advirtió en Yucatán, explotaron el 4 de diciembre siguiente en Jalapa, donde el ejército de reserva publicó un plan para defender el pacto federal, suprimiendo los poderes extraordinarios concedidos a Guerrero con motivo de la Expedición Barradas. Las cosas se complicaban no sólo a Zavala, sino a su jefe Guerrero, y el país iniciaba un proceso de debilitación debido a las luchas por el poder. Zavala terminó siendo en 1836 vicepresidente de la República de Texas, yéndose en contra de Santa Anna pero llevándose entre las patas a México.