24/Apr/2024
Editoriales

Cuestión de género

El 5 de mayo de 1921 se publicó en España una orden que separaba a los hombres de las mujeres en las salas de cine. Las butacas se dividían en dos secciones, una para cada uno de los sexos y otra sección para las parejas.

El director de seguridad español, Millán de Priego, de ahí se agarró para dictar una reglamentación de la medida de marras, que fue motivo de muchos chistes al principio, pero después hubo tantas protestas del público y de las propias salas de cine, que se tuvo que revocar. Porque era un desastre, pues si llegaba a taquilla una mujer a comprar boleto podrían decirle que se habían agotado los boletos para la sección de mujeres, pero que había en la de parejas, y la broma era que la mayoría de las damas pedía, antes de adquirir el boleto, un breve tiempo para conseguir novio.

Este Millán de Priego era muy polémico. Una vez ordenó que el tráfico de tranvías y peatones debía ser en un solo sentido, con la salvedad de que, en el caso de peatones, en la acera de enfrente debía caminarse en sentido contrario. Luego hizo un cuerpo de policías mujeres, y como eso fue hace casi un siglo, el mundo no estaba preparado para ello, así que el ingenio popular se encargó de darle una lección, pues decían que ahora eran los criminales los que perseguían a las mujeres policías…