01/May/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Marzo 4 de 1950: Muere en Monterrey el general Pablo González Garza, quien llegó a ser candidato la Presidencia de México en 1919, y señalado –sin comprobársele- como el autor intelectual del asesinato de Emiliano Zapata. El presidente Miguel Alemán ordenó que se le rindieran los honores correspondientes a su cargo militar, cubriéndose su féretro con la bandera nacional, y elementos del Ejército Mexicano disparando balas de salva en su honor. Nacido en 1879 en Lampazos de Naranjo, en el hogar de Pablo González Cantú y Prudenciana Garza Rodríguez, en 1893 ingresó al Colegio Militar en en Ciudad de México, pero sin graduarse regresó a Lampazos, y de ahí fue a Nadadores, Coahuila, a trabajar por cuatro años en un molino; después a Chihuahua para trabajar en una fundición, y a estudiar inglés. Trabajó en Estados Unidos y ahí se vinculó a Ricardo Flores Magón, por conducto de su paisano y pariente Antonio I. Villarreal, dándose una idea del pensamiento liberal. En 1907 casó en San Antonio Texas con Carlota Miller, hija de Federico Miller y al regreso al país se inscribió en el maderismo, levantándose en armas en enero de 1911 contra Porfirio Díaz.

Se distinguió de inmediato por su arrojo al tomar las plazas de Cuatro Ciénegas y Monclova. Obtuvo el grado de teniente coronel de caballería, y se sumó a Pascual Orozco combatiendo contra Marcelo Caraveo, siendo nombrado en 1912 coordinador de la campaña contra el indio Mariano. Se presentó con Venustiano Carranza, y recibió la instrucción de avanzar sobre Monterrey. Tomó la ciudad de Candela y fue ascendido a General brigadier, y muy pronto, a General de brigada. Atacó Monterrey en octubre de 1913 pero los generales Rodolfo Iberri, Ricardo Peña, Fernando Carranza y Miguel Quiroga lo hicieron a recular rumbo a Tamaulipas.

Al no coincidir con la Convención de Aguascalientes se fue a Tampico, hasta que recibió una invitación de Carranza para recuperar la Ciudad de México que había sido atacada y lo consiguió. Tomó Cuernavaca y como el zapatismo voló el tren de Cuernavaca, Pablo González sentenció a todo aquel que ayudara a esa causa. El destacado coronel nuevoleonés Jesús Guajardo, engañó a Zapata mostrándole cierta lealtad para ganar su confianza y el 10 de abril asesinarlo en la hacienda Chinameca, Morelos, apoyado en un grupo de carabineros, plan que dicen, fue elaborado por Pablo González. En 1919 González fue candidato a la Presidencia de la República y al ser derrotado intentó levantarse en armas, pero en 1920 fue prendido en Monterrey y un Consejo de guerra lo condenó a muerte, sin embargo, su sentencia fue conmutada por la extradición. Salió a Estados Unidos, regresando en 1940 tras perder su capital en la quiebra del banco Mexican American Banking Company de Laredo, Texas, del que era co-propietario. Murió en una humilde casa del centro de Monterrey, y sus restos se encuentran en la Explanada de los Héroes de la Macroplaza.