20/Apr/2024
Editoriales

El Plan Marshall

 

 

 

El imperio norteamericano se apoya en la capacidad de sus dirigentes históricos para aprovechar el momento que les tocó vivir. Buen ejemplo es la implementación del Plan Marshall, que es una aplicación focalizada a Europa de la Doctrina Truman. Esta doctrina consiste en ayudar económica y financieramente a cualquier pueblo donde la pobreza extrema esté presente. Pareciera muy altruista, pero hay de ayudas a ayudas. Si pudiéramos resumir la que el Plan Marshall le dio a la Europa devastada por la 2ª Guerra Mundial, y el resultado final, podríamos sacar nuestras conclusiones. 

Porque en aquel momento el paisaje europeo era desastroso. El campo, desahuciado pues la guerra había desbaratado a la mayoría de las familias campesinas y destruido buena parte de la infraestructura. Las grandes ciudades, convertidas en ruinas por los frecuentes bombardeos y, en consecuencia, la economía europea estaba tres metros bajo tierra. Estados Unidos tenía la fortuna de que la guerra no se había celebrado en su territorio, y que se la jugó del lado de “los buenos” aunque entre ellos estuviera el centro del comunismo y su competencia: la URSS. El Plan Marshall se firmó en 1948 por el presidente Truman, abriéndose las esperanzas en todas las naciones víctimas de la guerra. 

Pero pronto se detectó que las ayudas eran inequitativas, pues por ejemplo, mientras que Reino Unido recibía 7 mil 500 mdd, ya sumando donativos y préstamos, Francia recibió 5 mmd, y Yugoeslavia sólo mil 500 mdd. 

Siendo que Reino Unido no requería tanto dinero, pues además de Londres, sus otras ciudades apenas habían recibido algunas bombas aisladas, y no con el afán de desaparecerlas. 

En cambio, Italia, Bélgica y otros países estaban casi totalmente destruidas. Allí se evidenció cuáles eran las naciones en las que Estados Unidos tenía interés, ya sea por sus orígenes, o por su potencial para comerciar en el futuro, o simplemente para evitar que el comunismo se les metiera. Es obvio que los grandes triunfadores fueron Estados Unidos y Rusia, país que recuperó sus territorios perdidos y al final terminaron con más de su superficie original. Pero Estados Unidos ganó tremenda influencia en todas las naciones que ayudó, pues además de cobrarles sus buenos intereses, evitó que hubiese levantamientos de segmentos sociales con hambre, proclives al comunismo. 

Culturalmente impuso al inglés como el segundo idioma en las naciones de habla diferente, invadió Europa con su comida rápida y sus adelantos tecnológicos llenaron los anaqueles de los almacenes europeos. Mención aparte merece el dólar, moneda que rigió por largo tiempo la economía europea. El Plan Marshall fue, entonces, el vehículo en el que viajaron las empresas estadunidenses que potenciaron la economía y la hegemonía del imperio norteamericano, precedidas de los acuerdos políticos entre Los Aliados.