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Tulum se vuelve la playa de la muerte

CIUDAD DE MEXICO - El asesinato en el balneario sureño de Tulum, costas del Caribe mexicano, de dos turistas extranjeras, una alemana y otra india, en un episodio en el que también resultaron heridas dos holandesas y otra alemana, marcó un empeoramiento de la violencia en este popular paraíso turístico del sureste del país.

El incidente ocurrió la noche del jueves en el interior del bar "La Malquerida", en el centro de Tulum, conocida por sus majestuosas pirámides mayas a la orilla del mar, cuando dos grupos armados se enfrentaron a balazos dentro del centro nocturno mientras decenas de turistas escuchaban música y se divertían bebiendo algunos tragos.

A las 22:30 locales (03:30 GMT) sobrevino una estampida de parroquianos que huyeron presas del pánico intentando evitar el fuego cruzado del enfrentamiento entre las bandas que se disputan la venta de drogas en la zona.

Una joven turista procedente de La India no tuvo suerte y murió al instante al recibir una bala en la cabeza, mientras que otra procedente de Alemania falleció tras ser llevada agonizando a un hospital cercano y recibir los primeros auxilios.

Ninguna de las víctimas, ni las fallecidas ni las heridas, fueron identificadas por ahora.

Las autoridades de la Fiscalía reportaron sólo un detenido, un civil armado, por participar en el tiroteo.

El gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, señaló que la balacera "estuvo relacionada con narcomenudeo" y prometió que la Fiscalía ofrecería en breve "datos con mayor exactitud" sobre el caso.

El grupo de cinco turistas cenaban en una terraza de La Malquerida, cuando los hombres fuertemente armados irrumpieron en el sitio.

El caso sólo es el último de una escalada de actos de violencia que han roto la tranquilidad tradicional de Tulum, ubicada en la zona más cotizada para el turismo internacional de México convirtiéndola en un sitio peligroso que está comenzando a ahuyentar a los visitantes foráneos.

El inicio de esta espiral coincidió con la decisión de la Secretaría de Seguridad de Quintana Roo de tomar el control de la policía en Tulum, por "constantes e intolerantes abusos de procedimientos y protocolos mal aplicados" en abril pasado.

El acuerdo de "Mando Unico", es decir, que obliga a la policía local a subordinarse a las directivas de la policía del Estado, ocurrió luego de que las fuerzas municipales rebasaron "los límites de su actuación de la esfera jurídica y el respeto irrestricto de los derechos humanos", señaló un comunicado oficial.

Como parte de esta medida, un grupo de 30 policías municipales de Tulum fueron enviados a la Academia Estatal de Seguridad Pública, en Chetumal, la capital de la provincia, para recibir un curso de especialización denominado "Actuación legal y técnica policial", con una estructura curricular de disciplina policial y acondicionamiento físico.

Ya en marzo pasado, se registró un tiroteo en restaurante de Tulum que provocó la muerte de una turista española y otros dos enfrentamientos tiros también provocaron pánico en la avenida principal de la ciudad, ubicada en la zona de la Riviera Maya.

Un mes después, sin embargo, un turista uruguayo murió en la misma calle donde ocurrió el incidente de ayer, dentro de un bar llamado "La Barrita".

Otro incidente similar tuvo lugar en junio, cuando tres hombres murieron acribillados en la playa Paraíso.

La violencia ha ido "in crescendo" pues el 8 de agosto, un hombre fue asesinado por un tiro en la nuca en la avenida Kukulcan, en la misma área y en septiembre, en un tiroteo en el restaurante Rosa Negra, perecieron un taxista y a un guardia de seguridad.

La guerra entre bandas criminales que disputan territorios a sangre y fuego ha ensangrentado también otras ciudades de Quintana Roo, como Playa del Carmen y Cancún.

Hasta hace poco, Tulum era una especie de "oasis" donde los delincuentes parecían no haber llegado o al menos habían mantenido un acuerdo para evitar enfrentamientos y generar "ruido".

Apenas esta semana, el gobierno federal anunció que los homicidios habían bajado en un 3% respecto a los primeros nueve meses del año pasado, pero la situación parece salirse todavía de control en algunos de los centros turísticos más populares del país como Acapulco (sur) y Puerto Vallarta (occidente).