Los Ángeles - Quentin Tarantino ha confirmado que contará con actores habituales de su cine para su próximo proyecto, en concreto quiere a Brad Pitt, a Leonardo DiCaprio y a su actor fetiche, Samuel L. Jackson.

Será la primera vez en los 25 años de carrera del realizador que reconstruirá hechos reales, pues se propone llevar al cine el caso del criminal Charles Manson, líder de la Familia, secta que llevó a cabo por órdenes suyas el asalto de una mansión, que según pensaba pertenecía a un productor musical que había rechazado sus canciones. Sus seguidores acabaron con la vida de todos los presentes, entre ellos la esposa de Roman Polanski, Sharon Tate, embarazada de ocho meses. Ya se había anunciado que ésta será interpretada por Margot Robbie.

La novena película del director –de las diez que según defiende terminará en toda su vida para después retirarse– comenzará a rodarse en verano de 2018 con expectativas de estrenarse en 2019. Tras la caída de Harvey Weinstein, el realizador ha decidido separarse de su compañía, con la que ha trabajado desde Pulp Fiction y buscar otra. Como cabía esperar, no tendrá graves problemas, pues sus representantes ya se han reunido con ejecutivos de Warner, Universal y Paramount, a los que ha enviado el guión. El mismo Quentin Tarantino ha descartado a Netflix y Amazon, pues en su línea nostálgica desea un lanzamiento tradicional de su trabajo en salas de cine.