24/Apr/2024
Editoriales

Junio 21 de 1929: Suspenden oficialmente la Iglesia católica y el gobierno de Emilio Portes Gil la llamada Guerra Cristera

Junio 21 de 1929: Suspenden oficialmente la Iglesia católica y el gobierno de Emilio Portes Gil la llamada Guerra Cristera. Se trataba de un pacto para que ambas partes dejaran de atacarse pues en ese momento los generales cristeros Gorostieta y Degollado contaban con 25 mil hombres armados y suponí­an contar con el apoyo de 2 mil autoridades civiles a lo largo y ancho del paí­s. Sin embargo, la inercia de la violencia era difí­cil de frenar inmediatamente, aunque la orden de cese al fuego se supo rapidito, se requirieron los meses de julio y agosto para aterrizar en el campo de los hechos este acuerdo bilateral.

El costo de la cristiada fue enorme: 60 mil soldados federales perdieron la vida, y 25 mil soldados cristeros, de las regiones conflictuadas, como fueron Jalisco, Colima, Zacatecas, Durango, Querétaro y Colima. Empero, hubo además todo tipo de actos de crueldad como fusilamiento de civiles y ví­ctimas inocentes que suelen ser las que pierden más en los conflictos de ese tipo, así­ que se calcula que murieron en total unas 200 mil personas, y todo porque el gobierno de Calles se oponí­a a que se diera en las parroquias servicios religiosos como bautismos, bodas, misas de cuerpo presente, etcétera.

El acuerdo consistí­a en que los sacerdotes reanudarí­an los servicios religiosos como lo habí­an hecho siempre y el gobierno los tolerarí­a en paz. Jean Meyer en su libro La cristiada, describe el movimiento popular y dice que además de la tropa militarizada que comandaban el nuevoleonés Gorostieta y el michoacano Degollado, habí­a otros 25 mil cristeros diseminados y desorganizados en el paí­s, pero dispuestos a pelear. Ese baño de sangre sella una etapa de intolerancia a la apertura religiosa de dirigentes que pretenden interesar en terrenos que no les competen.