Cohetes, misiles convencionales, navíos, aviones. China ha enseñado sus músculos a Taiwán durante la primera jornada de maniobras que hace después de que la presidenta de la isla, Tsa Ing-Wen visitara Estados Unidos. 

Las fuerzas aéreas de la isla vigilaron la situación con patrullas aéreas de combate y navales y con sistemas de misiles en tierra, según ha explicado el Ministerio de Defensa de Taiwán. Quien ha notificado también la incursión de más setenta aviones chinos en áreas alrededor de Taiwán.

Más de la mitad cruzaron la frontera no oficial que hasta ahora era tácitamente respetada por ambas partes y entrarón en la autodefinida como Zona de Identificación de Defensa Aérea de Taiwán. Según China los ejercicios se prolongarán hasta el lunes. 

Modelos como cazas SU-30, J-10 y J-11 participaron en la incursión aérea, que tuvo lugar en las partes suroeste y norte de la ADIZ de Taiwán, que no está definida ni regulada por ningún tratado internacional y no equivale a su espacio aéreo.

En los últimos dos años, aeroplanos militares chinos han realizado numerosas incursiones en la ADIZ taiwanesa, intensificándose en momentos en los que las tensiones entre los dos territorios se han agravado.

Pekín considera a Taiwán una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949 después de la derrota en la guerra civil contra el ejército comunista.