Julio 1 de 1974: Día Nacional del Ingeniero. El hombre siempre ha buscado dominar a la naturaleza para aprovechar sus recursos, y con ese afán ha ingeniado pertrechos, caminos, viviendas y obras que le proporcionen confort y seguridad frente a las inclemencias del tiempo y a los elementos extraños. México es una nación que ha tenido grandes ingenieros y por ello hubo una aceptación generalizada al planteamiento de celebrar el Día Nacional del Ingeniero, que realizara en 1973 el ingeniero Eugenio Méndez Docurro, secretario de comunicaciones y transportes, la dependencia que realiza la mayor cantidad de obras de ingeniería, y por tanto en ella trabajan muchos ingenieros, directamente o indirectamente como proveedores y constructores. El término Ingeniero viene del renacimiento, y se le llamaba así a las personas que diseñaban y fabricaban armas y artefactos militares. Los que se dedicaban a la construcción eran llamados alarifes, peritos, constructores, arquitectos, hasta que en el siglo XVIII se denominó “Ingeniero Civil” al constructor que no fuese ingeniero militar. La primera escuela de ingeniería civil se fundó en Francia, en 1747 y se denominó Escuela de Puentes y Caminos. En el siglo XIX surgieron las instituciones que daban clases de física y matemáticas otorgando el título de Ingeniero Civil. Se eligió el día primero de julio para celebrar a los profesionales de esta importante rama del saber, porque según investigaciones del ingeniero Gustavo Otto Fritz, encargado de la biblioteca de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, en esa fecha del año 1776 se expidió la Real Cédula para la Creación en México del Real Tribunal de la Minería, que auspició el “Real Seminario de Minería”, del cual surgieron los primeros planes de estudio de Ingeniería en el continente americano. 

En 1818 se fundó la Institution of Civil Engineers, en Londres; luego fue la Société des Ingénieurs Civils de France en 1848, hasta que en 1852 se estableció la American Society of Civil Engineers. En nuestro país, fue en 1867 cuando el ingeniero y arquitecto Manuel F. Álvarez convocó a discutir los estatutos que rigieron desde entonces a la Asociación de Ingenieros Civiles y Arquitectos de México, en el salón de actos de la Escuela Nacional de Bellas Artes. Una vez decretado que el primero de julio se celebraría todos los años, se creó el timbre conmemorativo del “Día Nacional del Ingeniero”, diseñado por el señor Jorge Fleisman y cancelado por Hugo Cervantes del Río. Es inimaginable un mundo sin ingenieros, no sólo civiles, pues luego vinieron las especialidades de la Ingeniería Civil que adquirieron tal importancia que nacieron la Ingeniería Mecánica, la Química, la Petrolera, y demás. Casi todo lo que se ve hecho por el hombre, tiene la participación de los Ingenieros. ¡Feliz Día a todos los ingenieros mexicanos!