Editoriales

Cómo nació el sombrero

 

 Portar sombrero ha sido ancestral costumbre en nuestra región. Más que para protección de la lluvia, se usa para cubrirse del sol. Todavía hasta mediados del siglo pasado, usarlo  era un signo de elegancia entre los varones mayores de edad mientras que los jóvenes se ponían gorras que tuvieran viseras para protegerse de los rayos solares.

Sin embargo, el sombrero no nació en nuestra nación ni en tiempos recientes, es una prenda que el hombre utiliza desde hace muchos siglos.

En la Grecia de los siglos V adC. y posteriores, ya se usaba el sombrero de ala ancha, mismo que cuando no se colocaba en la cabeza, se colgaba con un cordón en la espalda.

El Pileus y el Petasus eran la moda griega, pues además de protección del sol y la lluvia, al ser de color blanco por su material básicamente de fieltro y lana, comenzaron a usarse como complemento del vestido.

El poeta Sófocles, en una de sus obras, narra que Ismena, hija de Edipo, usaba un sombrero cuando escapó de Tebas y se encontró con su padre en Atenas.

Aunque inició siendo usado sólo por hombres, las mujeres comenzaron a portarlo como signo de elegancia al grado que hubo una época en que se lo apropiaron, pues los varones usaban pelucas como signo de distinción.

John Etherington, un mercero inglés, inventó en 1797 el sombrero de copa. Fue muy criticado al principio, pues los periódicos lo describían como una nueva prenda negra y alta como chimenea.

Se hizo tanto escándalo que Etherington terminó en la cárcel, acusado de escandalizar en público, toda vez que la gente se arremolinaba para ver su sombrero.

Una vez normalizado su uso, apareció el sombrero de dama, que se llamaba fedora –por una comedia francesa de 1882-, de ala flexible y con un surco al centro.

Pronto se puso de moda no sólo en Inglaterra sino en toda Europa, y las mujeres querían portar una fedora con plumas, con velos, y con cuanto adorno se le ocurría al diseñador.

La moda del sombrero femenino sigue vigente, aunque los modelos han variado enormemente.

En cuanto al sombrero en América es en estos tiempos más un aspecto de elegancia clásica en las ciudades, pero son las clases relacionadas con el trabajo de campo las que lo portan cotidianamente.

En lo personal me agrada usar sombrero, pero cuando lo traigo puesto, me siento fuera de sitio ya que en nuestro medio son escasas las personas que lo portan.