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Primeras imágenes de satélite del gigantesco iceberg desprendido de la Antártida

Los científicos llevaban años vigilándolo y finalmente ha ocurrido. El colosal iceberg A74, de 1270 km² se ha desprendido de la plataforma de hielo Brunt el viernes pasado. Para hacerse una idea, tiene la talla del área metropolitana de Londres. Dos veces la superficie de Madrid.

La anticipación de los científicos ha permitido que no se llevara consigo la estación Halley, la base de investigación británica. Los equipos la desplazaron 30 kilómetros hacia el interior de la plataforma para evitar que fuera a la deriva con el iceberg.

Aunque ya no queda nadie en la base Halley, cerrada de cara al invierno antártico, los expertos se muestran confiados de que la base no ha sufrido daños.

Tantos años observando las grietas y la evolución de este iceberg (al menos una década) y el "parto", utilizando la terminología inglesa (calving) se ha producido en unas horas.

¡Liberándose! Como muestra esta animación creada con imágenes de @CopernicusEU #Sentinel1, un iceberg de 1270 km2 se desprendió de la sección norte de la plataforma de hielo Brunt de la Antártida el viernes 26 de febrero. Este evento de desprendimiento fue pronosticado hace unas semanas.

El día 26 por la mañana la enorme plataforma se desprendió.

Utilizando el satélite Sentinel 1 de la red europea Copernicus podemos ver el desprendimiento comparando las imágenes del día 25 y las siguientes disponibles, el día 28 de febrero.

El experto Pierre Markuse obtuvo esta impresionante imagen con satélites ópticos de Copernicus el mismo día del desprendimiento.

El British Antarctic Survey explica en su nota que las primeras señales de que la ruptura era inminente llegaron en noviembre de 2020 cuando la grieta norte comenzó a unirse con otra gran grieta, cerca de la lengua del glaciar Stancomb-Wills, a 35 kilómetros de distancia.

La grieta de Halloween y la sima 1 (Chasm) no andaban lejos así que por seguridad decidieron desplazar la base.

Desde 2017 los científicos solo ocupan la base Halley durante el verano ya que en invierno la evacuación podría resultar muy complicada.

Durante el mes de enero la grieta avanzaba a un ritmo de un kilómetro al día, seccionando los 150 metros de hielo de espesor. Todo en estas latitudes resulta desmesurado.

Los científicos británicos recuerdan que en glaciología los efectos de estos eventos resultan bastante impredecibles pero confían en que la base esté a salvo. En invierno se vigila la evolución gracias a los satélites.

No se sabe lo que puede ocurrir con el iceberg resultante. Podría quedarse años "amarrado" a la plataforma o comenzar a viajar como hizo su "primo mayor", el aún más gigantesco iceberg A-68 que ha llegado hasta las Georgias del Sur rompiéndose en varios peligrosos fragmentos. Una buena travesía desde el corazón de la Península Antártica.

El satélite Landsat de la NASA lo mostraba este mismo lunes.

"En las próximas semanas o meses, el iceberg podría alejarse; o podría encallar y permanecer cerca de la plataforma de hielo Brunt. La estación Halley está situada en el interior de todas las simas activas, en la parte de la plataforma de hielo que permanece conectada al continente. Nuestra red de instrumentos GPS nos dará una alerta temprana si el desprendimiento de este iceberg provoca cambios en el hielo alrededor de nuestra estación" dice Dame Jane Francis, director del British Antarctic Survey.

"Nuestro trabajo ahora es seguir de cerca la situación y evaluar cualquier impacto potencial del actual desprendimiento en la plataforma de hielo restante. Revisamos continuamente nuestros planes de contingencia para garantizar la seguridad de nuestro personal, proteger nuestra estación de investigación y mantener la entrega a la ciencia que llevamos a cabo en Halley" comentó el director de operaciones Simon Garrod.

Nuevo récord en la Antártida, con termómetros que superarían los 20ºC

Estos "partos" de iceberg forman parte del ciclo natural del hielo antártico. No hay datos para poder afirmar que está relacionado con el cambio climático. Recientemente se han descubierto nuevos detalles sobre el funcionamiento de estos colosos de hielo, confirmándose que también se derriten por debajo, debido a corrientes marinas más cálidas y no sólo en su superficie.

El año pasado eso sí, el Continente helado batió varios récords de calor.