19/Apr/2024
Editoriales

La cultura nace escudriñando

Un viejo cuento sufí que tuve en mis manos hace tiempo, dice que a cuatro personas les fue obsequiada una moneda de plata. Una de ellas era persa y dijo: quiero que con esa moneda compremos angur. La segunda que era árabe dijo: no, yo no quiero angur, quiero inab. La tercera era un turco y dijo: ¿qué les pasa?, ¡compremos uzum!. Y la cuarta persona era un griego que exclamó ya molesto: ¡que no! Yo no quiero ni angur, ni inab, ni uzum, quiero que con esa moneda compremos israfil. Los cuatro individuos exigían lo mismo, pues las cuatro palabras mencionadas significan “uva”, pero ellos lo ignoraban y nadie se tomaba la molestia de investigar el significado de los otros vocablos. Esa es la misma impresión que me da cuando escucho declaraciones y discursos políticos; en el fondo todos postulan lo mismo, pero con distinto vocabulario. Es más, me atrevo a afirmar que todos los partidos políticos e incluso hasta las diversas religiones tienen los mismos fines, aunque cada quien proponga para llegar a ellos, diversos caminos, y diferentes términos.