07/May/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Octubre 15 de 1811: Se celebran elecciones para presidente de la república, en las que triunfa Francisco I. Madero, tras haber encabezado la revolución mexicana que estalló el 20 de noviembre de 1810. El presidente Porfirio Díaz llevaba tres décadas ejerciendo el poder político en México, lo que propició un gobierno próspero en el aspecto económico pero con fuertes rezagos sociales para la inmensa mayoría de la población. 

La bonanza era sólo para los hacendados, empresarios y altos funcionarios gubernamentales que, en su mayoría, eran militares afines al general Porfirio Díaz. Madero inicia un movimiento armado que estalla el 20 de noviembre de 1910, luego de haber sido detenido en Monterrey por “El delito” de ser candidato a la presidencia en contra del candidato oficial y presidente Díaz, en el periodo conocido como “El porfiriato”. Desde luego que el régimen de Díaz tuvo aspectos favorables, pues se trataba de un gobernante preparado e inteligente, por lo que se planearon y construyeron obras muy importantes como fue la red de comunicación ferroviaria que aún sigue dando servicio, entre otras. Pero como Madero enarboló la bandera democrática, rápidamente prendió entre la población de bajos recursos que vieron una esperanza de conseguir mejores condiciones de vida con un cambio de régimen. Caído y exiliado en Francia Porfirio Díaz, Madero quedó como el candidato fuerte y ganó un nuevo proceso eleccionario que se veía como un simple trámite pues su liderazgo era bien claro. La historia de la trágica presidencia de Madero es conocida y la recordaremos próximamente.