Nacional

Correa y el presidente Luis Moreno rompen y se enfrentan vía twitter en Ecuador

El Partido Alianza Pais también dividido

En apenas mes y medio, la ruptura entre el Gobierno de Lení­n Moreno y su precedesor, Rafael Correa, se ha vuelto tan explí­cita que aún es difí­cil calcular cuál será la factura para la llamada revolución ciudadana. El expresidente, que gobernó Ecuador durante 10 años, no aguantó más y el miércoles reveló su decepción con la nueva Administración a través de un mensaje envenenado en Twitter: "Entrega sede por 100 años a Conaie [una organización indí­gena], otro innecesario desaire a mi Gobierno. Estrategia de 'diferenciarse' no sólo es desleal, es mediocre".

El sucesor de Correa en la presidencia y el movimiento Alianza PAíS, Lení­n Moreno, quiso atajar la polémica de manera conciliadora, también en redes sociales: "El diálogo continúa. Seguimos empeñados en reconciliar al paí­s. Para el odio, no cuenten conmigo". Pero ayer, ante la escalada de ataques, recurrió a la ironí­a y publicó otro mensaje con la definición de sí­ndrome de abstinencia, en alusión al protagonismo que sigue alimentando Correa con su nuevo rol de tuitero compulsivo.

Parece un mensaje de autoayuda, pero no lo es. Un tuit del presidente, Lení­n Moreno, removió nuevamente ayer las pugnas internas de Alianza PAIS, que muchos llaman desacuerdos, otros discrepancias, pero que nadie ha negado. "Sí­ndrome de abstinencia", se titula el mensaje de Moreno. Pero la polémica llegó por cómo definió esa palabra: "'Reacción provocada por la reducción o suspensión brusca de una sustancia de la que se tiene dependencia' como el azúcar, el alcohol, las drogas... o el poder". ¡El Presidente puso tres puntos suspensivos y luego escribió: el poder!

Así­, sin ninguna dedicatoria, parece un simple mensaje. En realidad, se dio horas después de que el expresidente Rafael Correa dijera en una entrevista en Telesur que, si pudiera, le dirí­a a Moreno que "está equivocado", que está cruzando una "lí­nea roja" en sus diálogos con diversos sectores, que hay que saber "a quién se sienta a la mesa". Dijo también, Correa, que ha habido deslealtad y que seguirá tuiteando para defender su Gobierno.

Lo cierto es que las redes sociales han vuelto a ser un espejo del momento. El tuit de Moreno fue publicado alrededor de las 10:00 y enseguida tuvo miles de retuis y 'me gustas'. Tres horas más tarde, igual sin mencionar al Presidente, Correa escribió: "Pese a la pequeñez humana, seguiremos siempre con el espí­ritu de Alfaro". Y adjuntó una imagen del rostro de Eloy Alfaro con la frase: "Nada para nosotros, todo para la Patria".

Las reacciones llegaron también de los dos artí­fices de la propaganda en el anterior periodo. En su mensaje, Fernando Alvarado, incluso declara su sufrimiento: "Apreciado Lení­n, no olvidar el sí­ndrome por falta de coherencia. Estamos sufriendo millones en la Revolución Ciudadana, y nos ha causado desorientación aguda".

Su hermano, Vinicio, agregó: "Gobernar no debe ser juego de niños. Sin embargo, parecen niños jugando. Un poco más de respeto y consecuencia con un proceso... que nos ha costado tanto. No al sectarismo ni tampoco al hacer relevante lo intrascendente. Al que le caiga el guante que se lo chante".

Sin embargo, el prefecto de Pichincha, Gustavo Baroja, calificó como normales estos cruces. "Tienen visiones, pero que evidentemente, repito, son normales en cualquier organización polí­tica", concluyó. El tema dio de qué hablar en las redes sociales ayer, durante todo el dí­a.

Desde la técnica

Para el analista polí­tico Decio Machado, la tensión interna es evidente en PAIS. "Creo que si no se articula una lógica de coherencia interna podrí­a haber un escenario de división en un plazo relativamente corto, yo me atreverí­a a decir que incluso antes de fin de año si el ritmo se mantiene como está", señala.

"Si en un mes de Gobierno ya se han cruzado varios conflictos entre dirigentes, tanto en la Asamblea como en el Ejecutivo, parece que hay una lógica de conflictividad interna: una gente que defiende el modelo de gestión del Gobierno anterior y otra que está más próxima a la gestión y al equipo de Lení­n Moreno", dice el analista, quien además piensa que la conflictividad puede desacelerarse con la partida de Correa, "porque él es el capitán general del bloque que está reaccionando contra Moreno".