Marzo 5 de 1995: se organiza una manifestación de mil personas en contra del obispo de Chiapas, Samuel Ruiz, religioso designado obispo de Chiapas desde el año de 1959. Pero recién llegado a Tuxtla Gutiérrez, Don Samuel se vinculó a los diversos grupos étnicos que adolecían de pobreza y de una discriminación ancestral. Realizó una buena labor cultural buscando que las lenguas indígenas sobrevivieran al embate de la modernidad, muchas veces, batallando hasta en contra de los propios jóvenes tzotziles, choles, tojolabales y de otras etnias que querían hablar el idioma castellano para ingresar a la modernidad. Ruiz dedicó largos años a convencerlos que debían ser bilingües, es decir, sí hablar castellano pero no olvidar su cultura original. Al estallar la rebelión del EZLN (ejército zapatista para la liberación nacional) el día primero de enero de 1994 -brazo armado del movimiento separatista- encabezado aparentemente por el Sub Comandante Marcos, los reflectores políticos nacionales se enfocaron precisamente a Samuel Ruiz, acusándolo de ser el cerebro del complicado asunto. 

 Desde luego que no le comprobaron nada, pero hubo algunas presiones en su contra, como esta que hoy recordamos, y que dio inicio como respuesta a varias  manifestaciones en su favor como la del día ocho de marzo que 3 mil indígenas marcharon apoyándolo, y salió de Palenque, Chiapas, la famosa Caravana por la Paz rumbo al zócalo de la CDMX. Samuel Ruiz alcanzó a ser propuesto como candidato al Premio Nobel de la Paz en el año de 1994, lo que obligó a una reacción en contra suya porque era evidente su relación con el EZLN y si se le hubiere premiado a ese nivel, se entendería que ‘los buenos’ estaban del lado de los zapatistas y el Tratado de Libre Comercio que al unísono se inauguraba en ese tiempo, hubiera fracasado.

 Hoy día, el movimiento del EZLN, si bien subsiste, no tiene la influencia que tuvo en el tiempo al que nos referimos.