28/Mar/2024
Editoriales

Transiciones del Comunismo

La muerte de Fidel Castro enfrenta al Régimen Comunista de Cuba a una inevitable disyuntiva: Mantener a ultranza el régimen actual estatista y dictatorial o irlo cambiando en dos aspectos básicos: Hacia una economí­a de mercado y también, o no, hacia una democracia liberal. Para nosotros los mexicanos es especialmente importante influir en cómo se resuelva esta disyuntiva, no sólo por tratarse de un pueblo hermano, vecino y enfrentado al mismo Coloso del Norte, sino también por las repercusiones que tendrá en nuestra polí­tica interna el rumbo que tomen los cubanos frente a esta disyuntiva.

¿Cómo entender mejor su disyuntiva? Pues estudiando cómo la resolvieron otros paí­ses que ya han tenido que enfrentarla, como lo son Rusia y China. Antes de entrar en las particularidades de cada una de esas trasiciones, conviene que recordemos qué clase de ideologí­a es el Comunismo o Socialismo en su variedad Marxista-Leninista, tal como se implantó y se practicó en esos enormes paí­ses: Es una ideologí­a "De los íšltimos Fines", como también lo son las grandes religiones monoteí­stas, el Cristianismo y el Islam, cuyos fieles creen que poseen "la verdad revelada" y que por ello no sólo han condonado, sino en ocasiones hasta exigido a sus fieles, que empleen hasta la violencia si es necesario para mantenerla pura y generalizada en casa y para extenderla a todo el mundo, pues cuando se llegara a lograr ese supremo bien, entonces se habrí­an logrado la paz y la felicidad perennes, si no en este mundo, sí­ en el otro. Es por esta razón por la que se ha acusado al Comunismo de ofrecer, falsamente, un "paraí­so terrenal". Para el Comunismo la violencia no se ejerce contra los infieles o herejes, sino contra las clases media y alta, para que sólo quede "el proletariado", del que ellos se proclaman ser "la vanguardia".

Esta fuertí­sima ideologí­a formó en muchas gentes de los pueblos ruso y chino (y seguramente también lo hizo en el cubano) una especie de sedimento religioso de que "iban por el camino correcto", y que si bien también se daban cuenta de que el aspecto económico no funcionaba bien y de que "la nomenklatura" ejercí­a un excesivo autoritarismo, en Rusia muchos quedaron pasmados por el completo derrumbe del comunismo y ahora se sienten incómodos en "la nueva selva" económica en la cual su mantenimiento depende solamente de su propia actividad en ese "despreciable" mercado. Claro que la minorí­a más activa quedó encantada y procedió a sacar ventaja de "sus libertades", por lo que ahora la sociedad rusa está muy dividida, situación que Vladimir Putin está tratando de resolver dándole a unos su oportunidad para enriquecerse y a la mayorí­a un sentimiento de que todaví­a tienen "una misión" que cumplir en el mundo. En China pudieron resolver el problema económico re-privatizando la agricultura desde Deng-XiaoPing en 1981, lo que llevó a permitir a su industria abrirse luego al mercado interno y después al mundial, pero conservando todo el tiempo "La Providencia Estatal" a cargo del Partido.

Así­ que la ruta que hay que recomendar a Cuba y ayudarla en lo que podamos para llevarla a cabo, es la de empezar por la re-privatización de la agricultura, con lo cual resolverí­an el enorme problema de la suficiencia alimenticia y probablemente obtendrí­an muchos ingresos por la exportación de tabacos y azúcar; Siguiendo luego con permitir la pequeña industria privada y al final la grande. En cuanto a la democratización, creo que lo mejor será ir abriendo negociaciones con sus exiliados en Florida, para que los que quieran regresar respeten los sentimiento de aquella parte del pueblo que sienta que están regresando a "la selva" económica y reconozcan que el aspecto "providencial" del Estado habrá que mantenerse en una medida importante. Esperemos que Cuba pueda navegar exitosamente por esas aguas turbulentas que tendrá que cruzar.

Atte.- JVG.- 30-11-16