Londres - El conocido periodista Matthew Walter sostiene en The Week, una publicación semanal con sede en Londres con una edición para Estados Unidos, que se debe nombrar otro fiscal especial para investigar la intromisión británica en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en el 2016. Luego de ridiculizar la investigación de Mueller, Walter dice:
“Si esto no va a desaparecer, por lo menos lo que deberíamos hacer es ampliar el alcance de la investigación. ¿Por qué no nombrar otro fiscal especial para que investigue la intromisión británica en nuestro sacrosanto proceso democrático? Los hechos están a plena vista. Un antiguo miembro del Servicio de Inteligencia Secreto de su majestad, colaboró con una campaña presidencial en un intento por alterar el resultado de las elecciones del 2016.Igual lo hizo un ex miembro del parlamento británico, quien anduvo promoviendo desagradables teorías conspirativas en tuiter y hasta intentó coludirse con la campaña de Clinton sobre estrategias publicitarias. El presidente de la Cámara de los Comunes británica intentó desacreditar al oponente de Clinton. ¿No deberíamos averiguar si el muy honorable señor John Bercow no envió en alguna ocasión un correo electrónico a alguien que hubiera estado en algún momento en capacidad, cualquiera que haya sido, de estar en contacto con alguien en la Casa Blanca de Obama? Hillary Clinton piensa que estamos en medio de una ‘nueva Guerra Fria’. ¿No estamos también en medio de que se reinicie la guerra de 1812”, se pregunta Walters.
El Departamento de Justicia (DOJ, en sus siglas en inglés) y el FBI se habían venido negando durante meses a entregar sus archivos relacionados al expediente fraudulento contra Trump, elaborado por el ex agente del MI& británico, Christopher Steele, a los investigadores del Congreso, a pesar de los citatorios de la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes que preside Devin Nunes (republicano por California) y cartas del presidente de la Comisión Judicial del Senado, Chuck Grasley (republicano por Iowa). Algunas de las cuestiones que se espera ayuden a resolver los documentos entregados, según el senador Grassley, giran en torno a si el Departamento de Justicia o el FBI utilizaron el informe de Steele para obtener permiso del tribunal secreto FISA para espiar a asociados a Trump, y si el Departamento de Justicia o el FBI le pagaron a Steele, o exactamente qué tipo de acuerdos hicieron con él.
Después de meses de obstruccionismo, el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan (republicano por Wisconsin) dijo la semana pasada que él había llegado a un arreglo con el DOJ y el FBI para que produjeran los documentos. El noticiero de TV Fox News había informado el 1 de noviembre de fuentes confiables que el martes 31 de octubre, asistentes de la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes de ambos partidos fueron transportados al DOJ para que revisaran los documentos y tomaran notas. También estuvieron presentes miembros del equipo de la dirigente de la bancada de minoría de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (demócrata por California) y el grandilocuente Adam Schiff, también representante demócrata por California, quien era el único congresista en el grupo
En noticias relacionadas, la firma FusionGPS, informó que le pagó a la compañía Orbis de Steele $168,000 dólares por su expediente marrullero, por encima de los más de un millón de dólares que recibió del Comité Nacional Demócrata y de la campaña de Hillary Clinton a través del bufete de abogados Perkins y Coie. Quizá tienen muchos gastos administrativos
