El Frente Amplio por México está generando una preocupación real en las mañaneras del Palacio Nacional, y todo empezó cuando el inquilino del Palacio desdeñó a Xóchitl Gálvez quien le solicitó su derecho de réplica, en la propia mañanera, al Presidente López Obrador, por comentarios que él mismo hizo de la senadora Gálvez, al afirmar que ella votó en contra de la pensión universal de los adultos mayores.
En pocas semanas, Xóchitl Gálvez se ha posicionado como la principal protagonista del Frente, gracias a los ataques hacia su persona en las mañaneras. Esto incluso ha llevado a algunos líderes del partido Movimiento Ciudadano a sugerir una posible alianza con el Frente, en el caso de que Gálvez encabece el movimiento.
A diferencia de los integrantes de Morena, quienes recorren el país sin lograr entusiasmar mucho a sus seguidores y sin presentar propuestas de gobierno con excepción de Marcelo Ebrard, quien ha presentado un plan para mejorar la seguridad, el Frente cuenta con prospectos con trayectorias exitosas en el sector público. Algunos ejemplos notables son Beatriz Paredes y Enrique de la Madrid del PRI, Xóchitl Gálvez y Santiago Creel del PAN, y Miguel Mancera y Silvano Aureoles del PRD, entre otros.
Cada uno de ellos puede, desde su perspectiva particular, gobernar con eficiencia y corregir el rumbo del país. Sin embargo, sería conveniente que los tres partidos que integran el Frente se comprometan con sus electores a formar un gobierno de coalición. Este gobierno debe basarse en un conjunto de programas que incluya las tres visiones partidistas y se centre en las coincidencias de estas visiones para gobernar un país que parece desmoronarse bajo el liderazgo actual.
De ganar la elección presidencial a Morena y sus aliados, quien resulte triunfador o triunfadora por el Frente, debería invitar a sumarse al gobierno de coalición a las demás fuerzas políticas, para estar en condiciones de reconstruir las instituciones que han desaparecido y fortalecer las que aún nos quedan, dejando atrás la política de odio y polarización que tanto daño ha hecho al país.
El presidente, desde el inicio de su mandato, declaró que gobernar es muy fácil, porque solo hay que hacer lo que diga el pueblo; sin embargo, lo único que ha demostrado hasta ahora es exactamente lo contrario, su incapacidad para gobernar. La crisis de inseguridad, el sistema de salud y el educativo en crisis, y la presencia de militares en numerosas áreas de responsabilidad son ejemplos de esto; además de tener el récord del con el mayor número de desaparecidos y asesinados en los últimos sexenios.
Un gobierno de coalición representaría la continuación del Frente en la acción de gobernar. Solos, es poco probable que puedan vencer a Morena; pero unidos, tienen una mayor posibilidad de lograrlo. La responsabilidad que recae sobre el Frente Amplio por México en estos momentos es trascendental: trabajar por la recuperación del país, por la reconstrucción de nuestro México.
