20/Apr/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Enero 16 de 1866: llega a México el barón de Saillard, enviado de Napoleón III, para informar a Maximiliano de Habsburgo que el emperador francés pronto dará la orden de que regresen a Europa las tropas invasoras, con lo que se quedaría solo en México, sin el apoyo militar de las tropas napoleónicas. La noticia cayó como balde de agua helada en el matrimonio imperial de Maximiliano y su esposa Carlota, pues ambos, en sólo 18 meses, ya se habían enamorado de nuestro país, al cual habían llegado desembarcando en el puerto de Veracruz el día 28 de mayo de 1864.

Luego de una intentona de abandonar México, y de que Carlota se trasladara a Europa para tratar de conseguir apoyos para su marido, Maximiliano fue vencido y ejecutado el 19 de junio de 1867, luego de que el general Mariano Escobedo consiguiera -el 15 de mayo de ese año- rompiera el cerco protector que Maximiliano tenía en Querétaro. Es decir, que dieciséis meses después del aviso del emperador francés, el emperador de México pagó con su vida el error de no haber aprovechado esa coyuntura para huir de los mexicanos liberales que buscaban acabar con su reinado y todo el sistema gubernamental monárquico impuesto por vía de la fuerza militar. México tenía un gran presidente, Benito Juárez, quien nunca se arredró con el tamaño del enemigo, pues Maximiliano traía el poyo del mejor ejército del mundo.