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Ciclistas haitianos desafían protestas y falta de infraestructura en busca del éxito

PUERTO PRÍNCIPE - Ousline Georges, de 22 años, comenzó a tomar en serio el ciclismo hace un año pese a la gran cantidad de obstáculos que enfrentaba, como el costo prohibitivo de una bicicleta decente y el deplorable estado de las carreteras en su país natal, Haití, el más pobre de América.

Sin embargo, el fin de semana pasado se convirtió en la primera haitiana en ganar una medalla en el Campeonato del Caribe de Ciclismo en Carretera, gracias a un nuevo programa creado por la Unión Ciclista Internacional (UCI) que fomenta el deporte en pequeñas naciones en desarrollo.

“Realmente me conmovió”, dijo Georges, estudiante y madre de un niño de cuatro años. “Cuando vi a los demás llorar por mi victoria, también lloré”.

El ciclismo no es un deporte fácil de practicar en Haití, un país asolado por la pobreza, las catástrofes naturales y la inestabilidad política.

Las bicicletas y una buena dieta son demasiado caras para la mayoría y hay pocos caminos que se prestan para la práctica del deporte por la destrucción causada por el terremoto que asoló al país en 2010 y el poco dinero para invertir en infraestructura.

Las principales arterias del país están obstruidas con camiones y autobuses. Además, los bloqueos de carreteras que se han establecido como parte de las protestas antigubernamentales que han paralizado al país durante meses han hecho las cosas todavía más peligrosas para los ciclistas.

Las protestas contra la corrupción y la desigualdad impidieron que Haití organizara este año el campeonato del que participan más de 20 naciones, como se había planeado originalmente. Debido a esto, la carrera se trasladó a Cuba.

Dado el pobre historial de los ciclistas de Haití, no tienen patrocinadores. Sin embargo, las cosas parecen estar cambiando: en el campeonato celebrado el 3 de noviembre en La Habana, el representativo de Haití tuvo su mejor desempeño.

Gracias al programa de la UCI, los ciclistas haitianos recibieron equipamiento y fueron entrenados por el francés Yann Dejan, quien creó un equipo nacional femenino para complementar al masculino. Además, los pedalistas tuvieron un campamento de un mes en Bretaña, Francia.

Como resultado, algunos ciclistas haitianos completaron el recorrido por primera vez. Según Dejan, siempre habían sido eliminados antes de llegar al final porque se quedaban demasiado atrás del pelotón.

Georges ganó la medalla de bronce en la categoría de menores de 23 años. Ella cree que podría haberse quedado con el oro si hubiera desarrollar el entrenamiento completo planeado originalmente.

Según Dejan, la demora por la burocracia administrativa para emitir visas y otras dificultades debido al desorden general de Haití hicieron que la preparación se redujera de cinco a dos meses para los hombres y a uno en el caso de las mujeres.

El ciclismo sigue siendo una actividad de nicho en Haití y la Federación Haitiana de Ciclismo (FHC) ahora tiene 360 pedalistas. El fútbol es el deporte más popular en la isla y la disciplina en la que los haitianos han brillado más a nivel internacional hasta la actualidad.

Pero Dejan reconoce que los haitianos han demostrado que tienen las cualidades físicas y el talento para brillar con la capacitación y el apoyo adecuado. Y una vez que se superen, los patrocinadores llegarán.

La UCI continuará apoyando el ciclismo haitiano por el momento, relató el francés, quien espera poder distribuir bicicletas en escuelas y clubes juveniles, una vez que la situación política haya mejorado.