28/Apr/2024
Editoriales

La música ayuda también a las redes sociales

 

Las redes sociales irrumpieron en nuestro país luego de que en 1989 llegó el Internet,  después de Australia, Alemania, Canadá, Dinamarca, EUA, Finlandia, Francia, Islandia, Israel,  Italia, Japón, Holanda, Noruega, Nueva Zelanda, Reino Unido, y Suecia.

 

Al principio fueron la sensación, pues nos comunicábamos mágica y ‘gratuitamente’ con cualquier  persona sin importar en dónde se encontrara, dado que estábamos acostumbrados al caro servicio  del teléfono celular que cobraba la itinerancia, es decir el servicio de ‘Roaming’ que ni siquiera había controles pues el proveedor era el único que decía cuánto tiempo lo usábamos.

Pero las redes se convirtieron en problema cuando nos volvimos adictos a ellas, aumentando el número de horas en pantalla y reduciendo nuestra productividad; se pierde demasiado tiempo en chats o cibercharlas en todos los centros de trabajo.

Cuando apenas tomábamos la decisión de abandonar las redes, apareció una novedad: Napster, un sistema de archivos musicales compartidos que cundió por el mundo.

La industria musical demandó a sus creadores, unos hackers adolescentes encabezados por Shawn Fanning, estudiante de la Universidad de Boston, y los frenaron, pero ya había muchos otros servicios parecidos a Napster y más sofisticados, difíciles de detener.

Esto demuestra que una innovación tecnológica modifica una industria completa, y no siempre para bien, pues las ventas cayeron al nivel de mil millones de discos, como si fuera el año 1974.

Así, en 2017 apareció la transmisión digital de música en forma masiva, pues desde 2006 nació la empresa sueca Spotify que hoy día ofrece gratuitamente 82 millones de canciones y 3 millones de videos musicales con el sistema de anuncios comerciales, o un paquete ilimitado de música sin anuncios comerciales a cambio de una cuota mensual.

Y ya montadas en el fenómeno de transmisión digital de música -además de YouTube y otros servidores que también dan acceso a millones de piezas musicales- las redes sociales retomaron un segundo aire transmitiendo música.  

Hoy día circulan por la red videos de niños tocando instrumentos musicales y cantando como los mismos Ángeles, y no me refiero ni a los azules ni a los negros, sino a los seres divinos de luz.

Estos niños son pianistas, bateristas, violinistas, guitarristas y cantantes de muy buena calidad.Siempre han existido jóvenes prodigiosos; la diferencia es que antes no había redes sociales que sirvieran de plataforma y por lo mismo, muy pocas personas podían escucharlos.

La demostración de esto es que muchos compositores famosos escribían melodías de música clásica para que los jóvenes aprendieran a tocar un instrumento musical.

Entre estos compositores se encuentran nada menos que: Mozart, Bagh, Beethoven; Pergolesi,Handel, Schumann, Haydn y Chopin.

La música es medicina para algunas enfermedades, y también ‘cura’ a las redes sociales.