19/Apr/2024
Editoriales

Carlos Prieto, Samuel C. Waugh y Evaristo Araiza

En 1958 la Compañía Fundidora de Monterrey hubo de ampliarse y modernizarse debido a la demanda de acero que generó la Guerra de Corea. Para ello, en 1958, apoyado en inversiones del incremento del activo fijo derivado del crecimiento de las obligaciones con el EXIMBANC. Aquí vemos a Carlos Prieto, a Samuel C. Waugh y a Evaristo Araiza. Ellos suscribieron las nuevas obligaciones financieras y dirigieron todo el proceso de crecimiento.    Foto de Crisol del Temple.     Texto: LEB