19/Apr/2024
Editoriales

Caso de Ernesto Canales, ¿un acto de justicia?

Por más que quiera El Norte convertir el caso de Ernesto Canales, un asunto de justicia y legalidad en un tema democrático, no va a poder, pues por más cartas de apoyo que publique a su protegido, es agarrarse de un chorro de agua... veamos los hechos como son: el fiscal anti corrupción confesó ante el mundo que efectivamente tomó ¡seis millones de dólares! Del contrario a su cliente en un juicio, y luego ese cliente perdió yendo a prisión con una mí­sera cantidad en el bolsillo... si ese hecho fuera cometido por un enemigo polí­tico –léase cualquier polí­tico no protegido por ese medio- ya estuvieran pidiendo que lo quemaran en leña verde... pero ahora no, como la confesión fue pública, lo que están tratando de mostrar es que a este funcionario lo quieren sus amigos...///

Suponiendo que así­ fuera, que lo quisieran no sólo sus amigos, sino todo mundo, el prevaricato no es tema democrático, pues las leyes lo condenan, así­ que Audiencia Pública ve el caso perdido para el llamado fiscal anti corrupción... y luego, para acabarla de amolar, tiene encima una denuncia por amenazas a una autoridad, porque el Congreso del estado es uno de los tres poderes constitucionales que nos gobiernan... así­ que para todo fin práctico, este señor está frito... ¿eh?...///

Que los banqueros se rasquen con sus propias uñas, les manda decir el gobernador Jaime Rodrí­guez Calderón como respuesta a la ola de asaltos bancarios que se han presentado en los últimos dí­as... es que, ciertamente, se trata de negocios y bien redonditos, así­ que debieran tener un servicio de seguridad que les garantice la salvaguarda de los valores que poseen, y de su negocio en adelante, o sea en las calles, ya es responsabilidad de las autoridades atrapar a los ladrones y castigarlos... hasta ahí­ vamos bien, pues se trata de una seguridad privada...///

Pero, en la seguridad pública ahí­ es en donde nos preocupa a todos, pues nomás leemos las notas rojas donde dan cuenta de tres ejecutados en Santa Catarina, dos ejecutados en Cadereyta, etcétera... recordemos la crisis de 2010 en donde se aprovecharon varios para liquidar a socios, enemigos y otros que eran acreedores, y al fin que se le echaba la culpa a los mafiosos... esto sí­ es delicado, sobre todo en una entidad donde se mueven muchí­simos intereses económicos, tanto así­ que un simple subsecretario de gobierno puede embuchacarse ¡seis millones de dólares! Y tan fresco como si nada... hay que cuidar a esos señores pues los malosos les pueden hacer daño... digo...///