Un hombre fue a una peluquería a cortarse el pelo y el peluquero le platicó de mil cosas.

En algún momento tocaron el tema de Dios.

_Yo no creo que Dios exista, dijo el peluquero

_¿Y en qué se basa para decirlo? Le preguntó el cliente.

_Cuestión de salir a la calle, si Dios existiera no habría tantos crímenes, tanta corrupción, tantos niños abandonados… no puedo concebir la idea de que hay un Dios que permite tantas injusticias. 

El cliente calló, al término pagó el servicio y salió a la calle.

En sólo un par de minutos se topó con un hombre mal vestido con barba crecida y cabello largo hasta los hombros.

Le pidió que lo acompañara y entraron a la peluquería. 

Directamente fueron con el peluquero y el cliente le dijo:

_Los peluqueros no existen!

_Pero aquí estoy yo, que soy peluquero

_No, si existieran los peluqueros no habría gente con pelo y barba tan grandes, como la de mi amigo reciente.

_Sí existimos los peluqueros, pero hay muchos que no vienen a nuestros negocios.

_Sucede lo mismo con Dios; existe y nos ayuda en todo, lo que sucede es que muchos no van a verlo, por eso hay tanto dolor y miseria.

   Cuento popular mexicano