04/May/2024
Editoriales

Una buena del Internet

Tuvalu es una nación insular joven, independiente desde 1978, con 9 atolones de 25 kilómetros cuadrados y sólo 11 mil habitantes actuales que siempre habían sido pobres, tanto como colonia británica, como protectorado estadounidense, que sobrevivía a duras penas de una palma para hacer cierto pan, la pesca rudimentaria y de algunos turistas extremos que se aventuraban al confín del mundo.

Sin embargo, este pueblo es un raro ejemplar de que la modernidad también trae resultados favorables, pues el Internet vino a sacarlos de la inopia. 

En el año 2000 la expansión de la red mundial determinó sufijos para cada nación: así fue que a México le tocó el sufijo .mx, a Estados Unidos el .us, a España el .es, y a Tuvalu le correspondió el .tv 

Esto le cambió la vida, pues de inmediato la compañía ‘dotTV’ arrendó a Tuvalu su sufijo electrónico para subarrendarlo a su vez a todas las televisoras del mundo, lo cual genera ingresos nacionales por más de 60 millones de dólares al año, dinero que ha permitido mejorar la infraestructura turística, de agua potable, educación, y transporte.

Sin embargo, el calentamiento global -también producto de la modernidad- es la nueva  pesadilla de Tuvalu, pues la cota de su territorio es de 5 metros sobre el nivel del mar, así que en algún incremento del nivel del mar desaparecería todas sus islas.

Así que, a partir de la nueva riqueza que viene del Internet, se determinó un nuevo proyecto nacional: que el dinero producto del sufijo .tv se utilice en comprar a Nueva Zelanda un nuevo territorio.

Hoy día, Tuvalu proyecta generar energía -además de la solar que ya produce- eólica.

Como dijimos, no toda la modernidad es mala…

 

 

 

Fuentes: NATIONAL GEOGRAPHIC

www.natgeo.org

NASA

www.nasa.gov.us

EL PAIS

www.elpais.com