28/Apr/2024
Editoriales

Los Carpenters

Hace exactamente cuarenta años que murió Karen Carpenter (febrero de 1983), la admirable cantante y baterista norteamericana que junto a su hermano Richard triunfó con el dúo The Carpenters. La música de ellos pegó fuerte a principios de los años setenta, porque su Rock Suave contrastaba con el Rock pesado que abundaba. 

Cuando escuchábamos en la radio sus suaves melodías, agradables y pegajosas, sentíamos tranquilidad e inspiración, a pesar de que las letras de sus canciones eran ligeras, y que los aficionados a la música ruidosa las criticaban por ‘cursi’. 

Pero el tiempo pasó y aquellos jóvenes que ya no lo eran tanto, y comenzaron a tararear las entrañables melodías de los Carpenters, dejando en el olvido al Rock pesado.

Karen inició como percusionista pero rápidamente quedó claro que su fuerte era cantar. Su vibrante tesitura de contralta marcaba la diferencia de las canciones del dúo con otros conjuntos que trataban de imitarlos.  

Richard describía su estilo como “Una interpretación coral de la música pop”, y en este concepto colocaron un par de docenas de canciones en los más altos niveles de popularidad: “Yesterday Once More”; “Closet o You” o “We’ve Only Just Begun”. A mediados de los setenta, que era la época en que mis amigos se casaban, aquí en Monterrey y en muchas partes del mundo, en las fiestas de sus bodas se escuchaban sus románticas melodías. 

Sin embargo, a finales de la década de los años setenta, trascendió que Los Carpenters se estaban desmoronando internamente; Richard se drogaba con anfetaminas y Karen sufría de fatiga crónica y su carácter se volvió muy irritable. Tanto así que en una presentación en Las Vegas, en noviembre de 1978, Richard anunció que por un largo periodo Los Carpenter dejarían de hacer presentaciones públicas. Lo grave es que ese fue el último show de los exitosos músicos. 

La misteriosa fatiga de Karen era producida por la sub alimentación, pues ella sufría de “anorexia nerviosa”. 

Durante los años siguientes, sus intentos de controlar el trastorno que incidía en su forma de comer hicieron estragos en su organismo y en su mente. 

Tuvo ayuda psicológica consiguiendo ganar algo de peso, pero cuando se le presentaba cualquier contratiempo, dejaba de comer y entraba en crisis. Después de un tiempo de terapia alcanzó a tener un peso aceptable y se sintió mejor, al grado que se especulaba que volvería a los escenarios, ya sola sin su hermano Richard. 

Pero nada fue cierto, el daño ya estaba hecho pues había estado en franca desnutrición por toda una década.

Una noche, Karen fue a comer a un restaurante con su madre y disfrutó de una ensalada que traía camarones. 

Al llegar a la casa materna se quejó de estar cansada y se retiró a su antigua recámara a pasar la noche. A la mañana siguiente, su madre escuchó que Karen se movía en su recámara y abría las puertas del clóset, lo que indicaba que pronto bajaría; pero pasó un largo rato y no apareció, así que fue a buscarla y la encontró tirada en el piso.

A los 32 años, Karen murió de un ataque al corazón. 

Sus restos descansan en el Forest Lawn Memorial Park, en Cypress, California.

Durante los tiempos que el dinero les llegaba a manos llenas, Karen y Richard invirtieron en bienes raíces, comprando dos edificios de departamentos en Downey, California, su pueblo natal, llamándolos Closet o Tou, y Only Just Begun. Los edificios siguen llamándose así y reciben visitas, ubicándose en 8356 de Fifth Street. En la Universidad de California, en Long Beach, en 1994 se inauguró el Carpenter Perfoming Arts Center, donde está un pequeño e interesante museo de este famoso dúo. Lo curioso es que ninguno de los dos obtuvieron un grado universitario, pero ambos estuvieron cultivando sus habilidades musicales en esa Universidad.

Es fecha que aún escucho algunas de sus canciones que para muchos no pasan de moda.