24/Apr/2024
Editoriales

¿Sobreviviremos al holocausto?

Muchos ya nos dimos cuenta que los insectos se están extinguiendo. Hasta hace un par de décadas viajar en automóvil a una velocidad de 100 kilómetros por hora significaba que el limpiaparabrisas quedara lleno de diminutas alas, patas y antenas grasosas. Ahora ya no. Es dramática la disminución de insectos polinizadores que ponen en riesgo el funcionamiento ecológico de áreas naturales y la productividad agrícola en todo el mundo; hay un declive del 76 por ciento de la biomasa de insectos voladores. Esto es de suyo muy grave, y si le agregamos la crisis de sobrevivencia que padecen los mamíferos estamos hablando de una emergencia biológica gigantesca de nuestra especie. Ted Chiang, informático norteamericano que escribió un impresionante relato de ficción contemporánea que se llama “El gran silencio” lo describe en sólo un poco más de cuatro paginitas bastante densas. Habla de un loro que vive en la selva de Puerto Rico y que se la pasa en el telescopio de Arecibo, tratando de captar un sonido inteligente del espacio exterior. Este loro se pregunta por qué los humanos nunca han intentado hablar con los seres de otras especies con los que comparten su planeta. Es para pensarse. La desaparición de la fauna es una pesadilla que no deja dormir a los estudiosos de los ecosistemas. Asistimos a la Sexta Extinción, y se calcula que desde el año 1500 han desaparecido 322 especies de vertebrados, en la extinción masiva más impresionante que haya existido jamás, pues se está destruyendo lo mismo que durante la Era de los glaciares pero eso tardó cientos de millones de años, y ahora en solo cinco siglos se ha “avanzado” muchísimo más en este catastrófico proceso. Dos especies de vertebrados desaparecen anualmente, y eso es la reducción más increíble de la fauna que traerá consecuencias sobre los entornos naturales y los seres vivos que comparten hábitat con ellos, según la revista Proceedings of The National Academy of Sciences. Estamos hablando del acontecimiento más importante de nuestro tiempo, y muy pocos hablan de él. Esta gravísima desaparición de especies altera las funciones biológicas de los ecosistemas. El hombre se ha dado a la tarea de combatir a las especies que no puede explotar, para dedicarse a criar sólo el cerdo, la res, la gallina, el cordero, el venado, la trucha, y otras que puede comercializar. Aquella especie que no represente dinero, estorba y hay que eliminarla. Pero aquí la pregunta cabe: ¿Sobreviviremos cuando no haya abejas, mariposas, gusanos, arañas, linces, jaguares, delfines, perros, ballenas, rinocerontes, jirafas, burros, hipopótamos? Dice Philip K. Dick ¿Acaso sueñan los androides con ovejas eléctricas? ¿Y los humanos de ese tiempo que´ harán para conciliar el sueño? Y lo más grave es ¿qué harán para que sobreviva nuestra especie? Y pensar que yo era de los que renegaba cuando tenía que limpiar con jabón el limpia parabrisas de mi auto al llegar de la carretera…