Ciertamente, el avance de la medicina en general es enorme. Pero una buena parte de esos adelantes prodigiosos se debe a la ingeniería, pues para empezar, los actuales estudios para diagnósticos se realizan en aparatos diseñados y construidos por ingenieros. La medicina fue beneficiaria de importantes aportaciones de la ingeniería electrónica, pues con su aplicación inició esta época de diagnósticos certeros y tratamientos modernos. La revolución de la medicina comenzó con el uso de los rayos X que, sin necesidad de abrir con cirugía un cuerpo, se puede saber cuáles son sus condiciones interiores. Continuando con ese rubro, de ahí siguieron el TAC (tomografía axial computarizada) que es lo más exacto que existe para analizar un órgano humano; después llegó la resonancia magnética y luego la angiografía. 

Y eso que hablamos sólo del área de diagnósticos, porque existe también cualquier cantidad de aparatos electrónicos que los ingenieros han creado, como por ejemplo, la pulsera electrónica de presión sanguínea. Este cómo aparato mide electrónica e instantáneamente la presión arterial y el número de pulsaciones, que ha resultado de utilidad invaluable para quien sufre de descontrol en su presión pues ha salvado a muchísimas personas. 

El diseño y construcción de los modernos quirófanos son una obra destacada de la ingeniería, así como la aplicación terapéutica de la radioterapia, y todas las instalaciones de las salas de terapias intensiva y media, que son obras ingenieriles realmente fabulosas. En los hospitales especializados en cardiología se usa como algo sin chiste el electrocardiograma, siendo otra obra maestra de la ingeniería que incluye hasta la elaboración instantánea del dibujo representativo de las condiciones del paciente en la materia. El avance con el desfibrilador, los marcapasos, las válvulas artificiales y más aparatos que llegan hasta un corazón artificial, son muestra representativa de la vocación médica de los ingenieros.

Ciertamente los principios de la salud son determinados por los grandes personajes de la medicina histórica, pero creo que no se le ha dado el crédito que merecen los ingenieros especializados en estos importantísimos rubros.